Un moderno Audi se detiene en frente de laboratorio Pines y de este se baja una sensual mujer de pelo rubio que vestía con un vestido largo de color rosado y encima de este, la mujer portaba su bata de laboratorio a igual que su gafete que la identificaba, todo los hombres se le quedaba viendo y pensaba como era posible que el doctor Dipper Pines un cerebrito de laboratorio estuviese casado con lo que podría ser una súper modelo, pero Pacífica demostraba a veces ser más inteligente que su famoso marido, no por nada le decían la mano derecha Pines. La rubia despampanante entra a las instalaciones y saluda a los guardias de la entrada y posteriormente entra al ascensor y desciende junto a un par de científicos que hablaban de un viejo invento de su jefe, allí ella los escucha y pregunta: ¿Qué salió mal?
–Se desvió un cable coaxial de
un radar submarino militar – contesto el científico viendo el plano junto a sus
compañeros.
–Me permitirían ver el plano –
pidió Pacífica.
– ¿Y usted quien se…? —Pregunto el científico levantando su mirada
para ver a su jefa frente a él— ¡Doctora Pines! – exclamo este.
–A mí no me engañas, se lo que
ibas a decir, pero te lo dejo pasar porque estoy de buen humor – expreso Pacífica.
–Disculpe doctora Pines, pero
es que este radar me esta sacando de quicio – destaco el científico.
–Pero dame el plano – pidió Pacífica.
El científico le dio los planos
a su jefa para esperar que este le diera la solución. Pacífica reviso los
planos de radar submarino y noto que aquella cosa diseñada por su esposo era
muy complicada y algo enredada, pero aun así ella lo entendía y con una mirada
rápida logro encontrar el problema mencionado por los científicos y ahí esta
dice: Solo hay que pasar al segundo cable coaxial mientras vamos a remplazar el
cable, ya que el principal se partió.
–Pero doctora Pines, ¿Cómo se partió
el cable coaxial principal? – pregunto el científico
–Las fuerzas de mar atlántico hizo
que se partiera – respondió Pacífica; –además los militares no saben cuidar las
cosas que se le construyen – añadió está saliendo del ascensor y empezó a
caminar hacia la oficina de su esposo. Su caminata fue corta y rápida que no
dudo ni un momento en entrar a la oficina y allí encontró a su esposo estudiando
algunos planos viejos, ahí dice: ¿Estudiando Osito?
–Ah si – contesto Dipper concentrado
sin ver hacia el frente, pero luego noto que le habían llamado osito y él sabía
quién era la única persona que le decía así, por un momento aparto su mirada de
los planos y ahí enfrente de él estaba su amada esposa y este ni corto ni
perezoso se levantó diciendo: ¡Muñequita llegaste!
–Claro Osito – contesto ella
antes de recibir un enorme y afectuoso abrazo de su esposo.
Dipper dejo de abrazar a su
esposa para robarle un tierno y muy corto beso, pero esta se lo impidió con sus
manos quien primeramente pregunto: ¿A quién más amas en este mundo?
–A mis hijas – respondió él en
un tono gracioso.
Pacífica le dio un delicado
cocorrón en la cabeza y volvió a preguntar: ¿A quién más amas en este mundo? El
castaño quería seguir bromeando, probar hasta donde llegaba su suerte, pero el
ansiaba su anhelado beso y por eso tuvo que contestar: ¡A ti mi amor!
–No fue tan difícil – enfatizo
ella otorgándole su preciado beso.
Para ambos aquel gesto de amor
duro una eternidad entera, pero en realidad solo duro una fracción de segundo y
cuando se separaron una parte de ellos quería continuar, pero en ese momento Pacífica
pregunto: ¿Y qué pasó con nuestro enemigo? Dipper por un momento no entendió su
pregunta, pero luego recordó que él le había contado sobre Bill y aquello lo
puso de mal humor tanto así que se tuvo que apartarse de ella, la rubia se
extrañó ya que ese comportamiento no era normal en su esposo; así que
nuevamente volvió a preguntar: ¿Y qué pasó con nuestro enemigo?
–NO LO SE PACÍFICA —contesto—
LA MALDITA MAQUINA AUN NO ESTA LISTA – añadió el.
–Oye tampoco me respondas en
ese tono – indico ella.
–NO LO VES PACÍFICA, SIN ESA
MAQUINA SOMOS VULNERABLES A… –
– ¡CALMATE! – Pidió la rubia
dándole una cachetada a su esposo; –No podemos perder la cabeza y menos ahora –
expreso esta.
–Lo siento Paz, a veces me
dejo invadir por el miedo de tener que lidiar con un posible regreso de Bill –
profeso Dipper algo intranquilo.
–Sabes que yo también tengo
miedo, pero no podemos dejar que nuestros miedos nos dominen y menos ahora –
apunto Pacífica acariciando la cara de su esposo.
–Si es verdad —contesto él— gracias
por la cachetada y gracias por gritarme lo necesitaba –
– ¿¡En serio!? –
–Si —respondió el castaño sin
ninguna vacilación— bueno la maquina aún está en construcción solo falta algunos
cables y todo estará listo –
– ¡Hmmm! ¿Y en hipotético caso
de que esa máquina no funcione? –
–Habrá que ir a Gravity Fall –
contesto Dipper sin ningún tipo de titubeo.
– ¡QUE! DE NINGUNA MANERA
VOLVERE A ESE MISERABLE PUEBLO, PRIMERO MUERTA QUE VOLVER A ALLÁ – grito Pacífica.
–Sé que odias la idea, pero
tendríamos que ir para reunirnos con los otros miembros de círculo y estar
preparados para lo que venga – específico Dipper.
–Solo tener que pensar que tendré
que volver a ver mis padres me da asco y más asco me dar tener que lidiar con
la lunática de tu ex – puntualizo Pacífica.
–Pacífica no hay opción, haya está
el punto de convergencia y sobre todo si Bill ha regresado Gravity Fall es su
prisión hasta que consiga la forma de escapar –
–Osito no me escuchaste,
primero tendría que ver a mis padres obsesionados con conseguirme un mejor
marido que tú y segundo lidiar con la estúpida Candy que aún no supera su noviazgo
–
–YA TE ESCUCHÉ LA PRIMERA VEZ
—contesto— no hay que volver a repetirlo – índico Dipper aun pensativo.
– ¿Entonces aun crees que sea
una buena idea ir para Gravity Fall? – pregunto.
–Ven acá – pidió Dipper
amablemente.
Pacífica se le acerco y cuando
estuvo en frente de él, Dipper la agarro y la abrazo fuertemente y con aquel gesto
de amor del castaño este dijo: A mí tampoco me agrada la idea de volver a
Gravity Fall, pero es lugar donde todo empezó y creo que debe ser el lugar
donde todo termine.
–Pero Dipper… –
–Te prometo protegerte de tus avariciosos
padres y de la loca de mi ex –
– ¿Cómo piensa hacerlo? –
–Subestimas mis poderes
querida cuñada – expreso otra voz fémina.
–Esa es… –
–Sí, la ilustre Mabel para
servirte – indico una mujer castaña entrando a la oficina de Dipper.
– ¡AHHH QUERIDA CUÑADA! –
grito Pacífica alegremente.
–TAMBIÉN ME ALEGRE DE VERTE
QUERIDA AMIGA Y CUÑADA – contesto Mabel caminado hacia aquella pareja; –Ya
Dipper suéltala – ordeno la mujer castaña quitándose sus lentes de sol.
Dipper obedece a su hermana y
suelta a su esposa quien rápidamente va a abrazarla, aunque no había pasado ni
una semana desde que se vieron por última vez Pacífica grito con mucho entusiasmo:
TIEMPO SIN VERNOS QUERIDA CUÑADA.
–Pienso lo mismo Paz – contesto
Mabel abrazando a la esposa de su hermano.
–Oigan si quieren tener un
momento lésbico, yo le presto mi oficina – comento Dipper graciosamente.
–DIPPER ESO NO FUE GRACIOSO –
grito Mabel algo molesta.
–A veces no soporto a tu
hermano, pero luego me doy cuenta que no puedo vivir sin el – dijo Pacífica
pasando su molestia; –Por cierto, Dipper tienes una hora sin beso – añadió esta
como forma de castigo.
–Yo y mi gran boca –expreso
Dipper algo molesto.
–Entonces Paz, ¿iras a Gravity
Fall? –
– ¿Sabes sobre Bill? –
pregunto esta alterada.
–Claro, Dipper me conto sobre
su sueño esta mañana y yo como buena hermana me vine literalmente volando hasta
acá – contesto Mabel.
–Está bien, solo si me
prometes que controlaras a tu preciada amiga Candy y sobre todo que la mantenga
alejada de mi osito – comunico Pacífica.
–Aunque tendrá que verla en la
reunión si es que se llega a efectuar –informo Mabel.
–Lo sé, pero espero que sea
hasta allí y no más, pero mantenla lejos de mi osito –
–Vuelvo y repito, será algo
difícil porque todos tendremos que está ahí —destaco Mabel— pero me la
ingeniare – culmino de decir la castaña.
–A veces te detesto – asevero Pacífica
muy indignada.
–Lo sé, pero se mas que me quieres
– agrego Mabel con una sonrisa en su rostro.
–Bueno Mabel, pudo pedirte que
me dejes sola con Dipper – apunto la rubia.
– ¡Oh Dipper no te dijo osito
eso quiere decir que estas en problema! – Puntualizo la castaña dejando sus
maletas en la oficina de su hermano; –Feliz Muerte – añadió Mabel saliendo de
ella velozmente.
–GRACIAS HERMANA, YA SE CON QUIEN
PUEDO CONTAR – grito el castaño desde su oficina temeroso de su suerte.
– ¿Por qué no me dijiste que
ibas a llamar a Mabel? – pregunto la rubia.
–Porque Mabel forma parte de círculo
y sabía que si te proponía ir a Gravity Fall ibas a decir que no, por eso
decidir llamarla – contesto su esposo –Además es mi hermana ella y yo
derrotamos a Bill varias veces – replico el castaño.
– ¡Qué bien me conoces! –
apunto esta.
–No planeas gritarme o por lo
menos darme algún golpe en la cabeza – indico Dipper.
–No, pero recuerda mis
condiciones y será un viaje ameno – notifico Pacífica.
–Se cuáles son tus condiciones
y serán respetadas, te lo prometo –
–Eso espero, ahora veré si
puedo hacer que tus científicos mediocres terminen esa estúpida máquina –
apunto Pacífica abriendo la puerta; Mabel casi se cae cuando su cuñada abre la
puerta, pero rápidamente se recupera y se hace como si no hubiese escuchado
absolutamente nada, pero Pacífica solamente eligió ignorarla y seguir su camino
hacia los científicos que estaban elaborando la máquina de Dipper, Mabel
nuevamente entro en la oficina de su hermano y pregunto: ¿Te pego?
–No – respondió.
– ¿Te pateo tus partes
íntimas? –
–No y jamás lo haría –
– ¿Entonces solamente
hablaron? –
–Si –
–Nah, que tiene eso de
divertido –
–Creme eso es mejor de lo que
tú crees –
–Bro, ¿Entonces crees que Bill
volvió? –
–Eso es algo que no quisiera
saber – contesto Dipper.
– ¿Por qué? –
–Por Pacífica y mis hijas,
sobre todo mis niñas; Mabel mis hijas son todo mi mundo, me volvería loco si
algo le pasa – respondió el castaño.
–Lo sé Dipper, yo también
quiero a mis sobrinas, pero en hipotético caso de que Bill haya regresado –
–Haré todo lo posible para
regresarlo a su maldita dimensión de locura – expreso Dipper seriamente.
– ¿Tú crees que alguien lo
haya invocado? – pregunto Mabel con una actitud seria.
– ¡¿Qué?! ¿Quién sería tan
estúpido para hacer eso? –
–Te daría una lista, quizás los
padres de Pacífica serían los principales sospechosos, seguido por el idiota de
Robbie, por tu ex novia Candy o por el mismísimo Gideon –
–Serian demasiado estúpido
—repitió Dipper— Los padres de Pacífica casi pierde toda su fortuna debido a la
locura de Bill, Robbie no lo haría para simplemente reconquistar a Wendy y más
sabiendo que Wendy se casó con un político importante de Oregón y de Candy no
lo creo, y de Gideon quisiera creerlo, pero desde que se casó con esa imitadora
tuya, lo descarto por completo –
–Pero Dipper piénsalo, nadie
más que estuviese alrededor de nosotros sabe de Bill exceptuando obviamente lo
que están dentro de Gravity Fall y no quisiera pensar que lo que te nombré
quieran conspirar en contra de nosotros, pero las posibilidades son amplias –
–Se ha dónde quieres llegar, pero
no Mabel. No hay una mínima posibilidad de que todos los que me mencionaste
quieran conspirar en contra de nosotros, invocando a Bill –
– ¿Entonces como me explicas
que Bill haya regresado? –
–MABEL NO LO SE —contesto— ES
MAS QUISIERA SABERLO – añadió este muy molesto.
– ¿Entonces Dipper que hacemos
si él al regresado? Dime, ¿Qué hacemos? –
–Mabel que yo sea el listo no
quiere decir que yo tenga todas las repuestas y más cuando se trata de este
tema – contesto Dipper.
–Dipper tu siempre has sido el
de los planes, pero dime que tienes uno para esta situación – expreso Mabel
temerosa de la repuesta de su hermano.
–No – contesto Dipper
sentándose en su silla.
–Eso me reconforta – declaro
Mabel poniendo sus manos en la cabeza.
–Bueno pensándolo bien si
tengo un plan, pero como te dije tendríamos que ir a Gravity Fall – destaco
Dipper.
– ¿Planeas llevarte los
libros? –
–No, eso sería un suicidio
—respondió— doy gracias adiós que ya me lo memoricé todos – añadió.
–Eso te podría en el ojo del
huracán – apunto Mabel.
–Si lo sé – contesto su
hermano pensando en detalle el plan que estaba desglosando.
Mabel se paró del asiento que
tenía ocupado y beso la frente de su hermano diciéndole: Todo estará bien.
–Eso espero Mabel, eso espero
– dijo Dipper muy pensativamente.
Afuera de la oficina del
castaño una mujer rubia escucho toda la conversación entre los dos hermanos y
sabía que ahora más que nunca esta debía apoyar a su esposo, ella sabía muy
bien que el regreso de Bill eran malos presagios; por ello sería ella la que
tomaría el toro por lo cuernos. Con unos pasos se acercó hasta donde estaban
los científicos que estaban construyendo la máquina de Dipper y con una voz muy
molesta pregunto: ¿Por qué esta máquina aún no está lista?
–Doctor Pines todo a su
debido… —iba a decir el individuo hasta que vio que era la esposa de su jefe—
D-do-doctora Pines – corrigió.
–Sí, soy la doctora Pines,
pero responda mi pregunta señor – destaco Pacífica.
–Bueno doctora, solo nos falta
unos cables por instalar y la maquina estaría lista para esta noche – respondió
el científico.
–Les pago el triple si la
termina para las tres de la tarde – asevero Pacífica seriamente.
–Pero Doctora tendríamos que
hacer algunas pruebas para constatar que la maquina, pudiese funcionar –
expreso el científico.
–De eso nos encargamos Dipper
y yo, ustedes terminen esa máquina antes de las tres de la tarde y le pago el
triple, además de que podrán irse a casa con su esposa e hijos – expreso Pacífica.
–Bueno ya la oyeron A TRABAJAR
– comunico el científico en jefe
uniéndose a sus otros compañeros, Pacífica vio eso como una pequeña victoria,
pero no estaría tranquila hasta que la maquina estuviese lista.
Lejos de aquel laboratorio, en
una secundaria el día pasaba de lo más normal, algunos alumnos estaban viendo
clase mientras otros hacia exámenes, pero una en particular estaba imbuida en los
libros de la biblioteca de aquella secundaria, no era para menos era la mejor
estudiante y toda la escuela. Con sus quince años Angelina Pines era la más
destacada en toda la secundaria, sus amigas y enemigas podían dar fe de ello,
ya aquella biblioteca escolar se estaba quedado pequeña para aquella pre-adolescente.
– ¡Hola Angelina!, ¿por dónde
vas? – saludo y pregunto la voz de una adulta.
–Hola Profe. Voy por la página
345 de (…) – respondió esta.
–Vaya te devoraste ese libro
Angelina – apunto la profesora.
–No es nada, si me leí la biblia
en menos de veinticuatro horas puedo terminar este libro antes de que termine
las clases – comento la castaña.
–Angelina te puedo hacer una
pregunta –
–Hágala, somos amigas –
contesto esta.
– ¿No temes que estás
perdiendo tu infancia? –
–No, yo disfrute bastante con
mi padre y con mis hermanas —contesto— aunque mis hermanas todavía tienen algo
de locura en su ser – añadió.
–Bueno, yo solo preguntaba,
ahora, ¿Qué quieres que te enseñe? –
–Quiero saber más sobre física
cuántica – pidió Angelina viendo a su profesora seriamente.
– ¡Wow, Angelina eso es demasiado
avanzado para ti! –
–Profe. No quiero sonar
pedante, pero termine Matemática de secundaria, termine química y física de
secundaria, usted me ayudo a prepárame para Matemática, química y física de
preparatoria, quiero esta lista para cuando venga las pruebas universitarias –
– ¿Por qué quieres llegar tan
lejos? – pregunto la profesora.
–Quiero acompañar a mis padres
en su laboratorio, inventar algo en favor de la humanidad y si se puede ganar
el premio nobel en química y física – contesto Angelina.
–Esa son las metas de tu vida,
¿Y qué paso con el amor? ¿Qué paso con los hijos? –
–Algún día encontrare el amor
y primero muerta a tener hijos, ya se siente como es cuidar a unos niños y no
quiero pasar por eso nunca –
–Bueno, esa son tus decisiones,
¿Qué han dicho tus padres sobre tu futura carrera científica? –
–Ninguno lo sabe por ahora –
respondió Angelina.
–Como que ninguno lo sabe,
ósea que no les piensa decir – proclamo la profesora.
–Exacto —contesto Angelina
rápidamente— Papá está orgulloso de mis notas y se sentiría alagado que su hija
mayor siguiera sus pasos, el detalle es que mi mamá prefiere verme como
bailarina, cantante o actriz a ser científica, dice ella que es una carrera muy
“estresante”, yo la miro con otros ojos – termino de contestar la castaña.
–Hmmm. Eso explicaría porque
no le has dicho nada a tus padres – apunto la profesora de forma pensativa.
–Profesora Angélica, ¿desde
cuándo se convirtió en psicóloga? – se extrañó la pre-adolescente.
–Desde que una señorita
llamada Angelina Angélica Pines Noroeste entro en mi clase – respondió la
profesora,
–¿Era necesario decir mi
nombre y apellido completo? –
–Sí, completamente necesario –
apunto la profesora Angélica.
Angelina le sonrió a su
profesora y luego cerró el libro para dirigir su mirada al pizarrón, fue
entonces que le dijo a su amiga: ¡Estoy Lista para la clase!
Al otro lado de la calle,
estaba una escuela primaria, sus alumnos eran organizados en su gran mayoría,
pero unas en particular no lo eran. El salón de Clementina Fitzgerld era un
desastre, ahí se convergían los peores alumnos de aquella escuela, entre ellos
estaban dos gemelas que eran el alma de aquel aquelarre, por su parte la
señorita Fitzgerald dejaba que esto ocurriese porque ella realmente no era su
maestra era una suplente y hacía mucho tiempo que había perdido su autoridad
con aquellos niños. Finalmente, la hora de retirarse llego y Clementina fue la
primera en abandonar el salón.
– ¡(…) marineros, hemos espantado
a la impostora! – expreso una las gemelas.
– ¡ARGH CAPITANA! – gritaron
todos los niños.
–Pronto recuperaremos a la
señorita Lily – declaro la gemela mayor.
– ¡SIIII! – gritaron todos
alegremente.
–Hasta entonces no tendremos
cuartel contra la impostora – destaco ella.
– ¡SIII! – Volvieron a gritar
todos los niños.
–Por la señorita Lily – animo
la niña.
Esta vez nadie grito, solo se
quedaron callados en ese momento la gemela líder de aquella revolución entre
cerró sus ojos y proclamo: ¡Esta detrás de mí, verdad! Todos asistieron con la
cabeza, la gemela se volteó y vio a su directora con cara de malos amigos y ahí
la niña dice: Esto no es lo que parece Señora Huxley.
–A mi oficina señorita Stella
– ordeno la directora.
–Voy en seguida – contesto la
líder aquella extraña revolución.
–Usted también bien señorita
Luna – agrego la directora a su orden.
– ¡Demonios! – proclamo la
otra gemela tratando de salir de aquel salón.
Ambas gemelas se fueron a la
oficina de la directora, en su camino vieron como los otros salones estaba en
paz y en perfecta armonía porque tenía a su maestra asignada, en cambio ella no
debido a una extraña enfermedad que le había dado a su maestra titular. Al
llegar a la dirección el semblante de la directora cambio, esta vez era una menos
molesta y ahí dijo: Sé que quieren a la Señorita Lily, pero aún no se ha
recuperado por completo.
–Lo sabemos señora Huxley,
siempre que nos cita aquí nos dice lo mismo – contestaron ambas gemelas.
–Entonces, ¿POR QUÉ DIABLOS LE
HACEN LA VIDA IMPOSIBLE A SU SUPLENTE? – comunico la directora.
–No nos agrada, simplemente –
contesto una de ella.
–Stella he buscado que este
periodo escolar termine sin contratiempo, pero ustedes lo hacen difícil – regaño
la señora.
–Señora Huxley, no es justo
que todos los grados tenga su maestra asignada y nosotras tengamos que
confórmanos con una suplente mientras la señorita Lily se muere – apunto la
segunda gemela.
–Llego hasta sus oídos,
¡verdad! – comento la directora sentándose en su silla.
–Claro – contesto Stella.
–Por supuesto – añadió Luna.
La directora vio a su
alrededor y pensó en como saldría de aquella situación, ella mejor que nadie
sabe el carácter que tiene aquellas niñas y que debía tener cuidado con lo que
decía y entonces con suspirar dijo: Váyanse a casa y díganle a su compañeros
que también se vayan a casa
– ¡SIII! – vitorearon
alegremente; –PINES 5 AUTORIDAD 0 – añadieron.
–Sigan celebrando en mi
oficina y me arrepentiré – informo la señora Huxley.
–Ya nos vamos – índico Stella
abriendo la puerta de la oficina para salir de ella.
–Por favor no llame a nuestros
padres y menos a nuestra madre – agrego Luna siguiendo a su hermana.
–No lo haré, por ahora –
contesto la directora recuperando la paz que tenía en su oficina.
Lejos de ahí, en una zona
apartada en centro de la ciudad de Milwaukee, se abre un extraño portal de cual
sale una pre-adolescente castaña mientras que por radio otra voz fémina dice: Tienes
cuarenta minutos, ni unos más.
–Tranquila Angelina haré eso
en menos de diez minutos – contesto aquella fémina.
–Eso espero
– apunto la otra chica a través del intercomunicado; –Pero ya sabes no debes dejar que
ni yo, ni Stella y ni Luna te vean la cara, solo tienes que entregarle el
mensaje – informo Angelina.
– ¡Que ya se Angelina!, te
puedes calmar – proclamo la chica caminando hacia la calle y poniéndose una
capucha para tapa su cabeza y cara.
–Me calmare cuando me hayas
entregado la nota Carina —destaco
la chica de intercomunicado— ¿aún no sé cómo acepte que tu fueras?
– se preguntó Angelina.
–Porque te ibas a reconocer, he
ibas a crear una paradoja en el tiempo y nuestra misión es mantener las cosas
no tan inalterables – respondió Carina.
–Espero que nuestros padres
entiendan el mensaje – imploro Angelina.
La chica ignoro la última
comunicación de su hermana y se fue corriendo hasta la secundaria en donde se
suponía que iba a encontrar a su hermana de pasado. Las gemelas salieron de su
escuela y se encaminaron hacia la secundaria de su hermana mayor, corriendo por
todos los pasillos hasta encontrar la biblioteca, el único lugar en donde sabía
que iban a encontrar a su hermana mayor.
–Entra tú – ordeno Stella.
– ¿Por qué yo? – pregunto
Luna.
–Tu le cae bien y no hará
tantas preguntas – respondió.
–No seas mentirosa, Angelina
nos quiere a las dos – protesto Luna.
–No te estoy mintiendo
Angelina te quiere más a ti que a mí y por lo menos no hará tantas preguntas
sobre nuestra clase – informo Stella.
–Solo me quieres utilizar de
chivo expiatorio para que Angelina le diga a mamá que fui yo la de la idea de
espantar a la señorita Clementina – declaro Luna.
– ¡Phhss… por supuesto que no!
¿Qué me creés un monstruo? –
–Sí querida hermana – contesto
Luna seriamente.
–Que fe tiene sobre mi
hermanita – expreso Stella; –Te puedo asegurar que yo no te estoy mintiendo –
añadió la gemela rubia y vestida de anaranjado.
–Y yo nací ayer, ¡verdad! Tú
solo me quieres usar de chivo expiatorio para salirte con la tuya y que sea yo
la que me aguante el regaño de nuestra madre, no entrare –
– ¡Vamos Luna te aseguro que
no es así! –
–Claro que es así Stella,
siempre que haces una travesura siempre sales diciendo que fui yo – aseguro
Luna.
–Claro que no – respondió
Stella.
–CLARO QUE SI – grito Luna.
–CLARO QUE NO – grito Stella.
–CLARO QUE SI – volvió a
gritar Luna.
–CLARO QUE…
–USTEDES DOS SE PUEDEN CALLAR
YA – ordeno Angelina que había salido de la biblioteca.
– ¿Cómo supiste que nosotras
estamos aquí? – pregunto Stella.
–Fácil, son las únicas que
utilizan el cabello como lo suele usar mamá y además vi sus ganchetes de cabello
que le regalo papá desde que nacieron y que suelen usar todos los días–
respondió Angelina.
–Bueno Angelina… –
–TODO FUE IDEA SUYA, NO MIA –
declaro Luna adelantándose a su hermana.
–Gracias por el apoyo Luna –
asevero Stella entre diente.
– ¡Pasen y en silencio! –
ordeno Angelina
Ambas hermanas pasaron hacia
adentro de la biblioteca y adentro estaba la profesora favorita de Angelina y
de ella también, en ese momento ambas exclaman: ¡PROFE ANGELICA!
–Stella y Luna como están
ustedes – contesto ella con ese exótico acento colombiano.
–Bien profesora – contestaron ambas
hermanas.
–Esperen… ¿ustedes no deberían
está en clase? – dijo la profesora extrañada.
–Profesora, mis hermanas aquí
presente acaban de espantar a otra suplente – declaro Angelina.
– ¡OTRA VEZ! – exclamo la
profesora.
–Si – contesto Angelina.
– ¿Cuántas van ya? – pregunto
la profesora.
–Es la trigecimoquinta en el
año y la quinta de este mes – respondió la hermana mayor.
– ¿No creen que están siendo
un poco rudas con las suplentes? – pregunto La señora.
–Para nada – contesto Stella.
–Como
verá profe, mis hermanas son unos engendros del demonio – apunto Angelina
seriamente.
–No
te hagas la que no has rompido un plato nunca en tu vida, papá nos contó sobre tus
primeros años en la primaria de Blake Lake – apunto Stella.
–Oh
de la vez que te le amotinaste a mamá – añadió Luna.
–Voy
a matar a papá – comento Angelina algo apenada.
–
¡SHHH! – hizo la bibliotecaria con un demás.
–Disculpe
señorita Gloria —dijo Angelina en voz baja— no volverá a pasar – destaco esta.
–Eso
espero Angelina – destaco una mujer de veintisiete años retomando el paso hacia
otro espacio de la biblioteca.
Angelina
suspiro de alivio ya que ella no quería que la echaran de su santuario privado
y decidió que lo mejor sería discutir con sus hermanas luego, pero antes de
regresar a su clase extraordinaria la castaña mayor dice: ¡Oigan vayan a leer
algo y después discutimos esto con calma!
–No
le dirás a mamá, ¡verdad! – asevero Stella seriamente.
–Solo
si me prometen no hacer ruido, ni molestarme la paciencia guardare su secreto –
prometió Angelina.
–Lo prometemos
– juran ambas hermanas.
–
¡Bueno vayan a leer algo que les interese! – apunto Angelina.
Stella
y Luna obedecieron a su hermana y se alejaron del sitio en donde ella estaba
para conseguir algo que leer, mientras que Angelina regreso a su clase con la
profesora Angélica quien motivada por el apoyo de Angelina sobre sus hermanas
le hizo parece aún más fácil la fórmula matemática que estaban tratando de
resolver.
Una adolescente
Carina llega a la secundaria de su hermana Angelina con tiempo de sobra y allí
aquella joven se reporta con su hermana de futuro: ¡Llegue Angelina!
–Perfecto
Carina, dentro de unos diez minutos Stella, Luna y yo saldremos de la
secundaria, si sabes que solo me tienes que dar la carta y decirme entrega
urgente al doctor Dipper Pines – comunico
Angelina de futuro.
–Sí,
ya lo sé y que debo hacerlo con voz de mujer de mediana edad para que después
no haya complicaciones en el futuro porque sabes cómo es mi voz y bla, bla,
bla; ya lo has dicho un millón de veces – replico Carina.
Dentro
del colegio, todo estaba calmado hasta que el timbre sonó, rápidamente todos
los adolescentes salieron de sus aulas conversando de su clase y otros
conversaban sobre fiestas y deporte, pero una en particular caminaba con alegría,
todos la veían y le decía: Te ves bien Angelina.
–Gracias
– contesto ella. Junto a ella venia su profesora Angélica y sus hermanas Stella
y Luna quienes la acompañaban hasta la oficina de director, la cual no quedaba
muy lejos.
Todos
los chicos se le quedaban viendo por lo hermosa que era ella y también por su
interés de que esta les “ayudara con su tarea”, por su parte algunas chicas se
le quedaban viendo con cierto rencor porque Angelina no solo era la chica más
lista de la escuela sino la más popular y la más atosigada por los hombre,
aunque ninguno hasta el momento le había llamado la atención, por otro lados
las hermanas de Angelina caminaba y hablaban entre si sobre su hermana mayor y
de la locura que iba hacer. Finalmente, la joven castaña llego a la puerta de
la oficina del director e inmediatamente toco la puerta, este desde adentro
dice: ¡PASE! Y Angelina ni corta, ni perezosa hizo caso a la orden del
director, seguida también por su profesora y sus hermanas.
La
oficina de aquel hombre estaba perfectamente ordenada y no había ningún papel
mal ubicado, también la oficina tenía un olor a limpio que le daba ese toque de
seriedad que tanto le gustaba a la castaña, le recordaba un poco a su padre, el
director quitó la vista de unos papeles que estaba llenado y al ver Angelina
ahí junto a la profesora Angélica este temió lo peor: ¿No me diga que la
señorita Pines se metió en algún problema?
–Para
nada señor, la señorita Pines quiere pedirle algo – contesto la profesora
Angélica.
–Dígame
para que soy bueno señorita Pines – declaro el director.
–Señor
director en presencia de mi profesora Angélica y de mis hermanas Stella y Luna,
quiero formalmente pedir la prueba vocacional para la universidad de Harvard,
Stanford o si es posible M.I.T – comunico Angelina.
–Harvard,
Stanford y M.I.T, ¿estas segura Angelina? Son universidades muy exigentes – apunto
el director
–Estoy
cien por cierto segura de que esa son las universidades a la cuales yo quiero
ir – contesto Angelina.
–Pues
Angelina ya se me estaba haciendo algo raro que tu no haya pedido esas solicitudes,
eres una de las mejores estudiantes de toda la escuela – expreso el director.
–Quería
estar segura de que soy apta para ir a unas de las mejores universidades, así y
luego de una clase magistral de la profesora Angélica acabo de dame cuenta que
estoy lista para dar ese paso – declaro la joven.
–Angelina
estoy feliz por tu decisión, hoy mismo me comunicare con los realizadores de las
pruebas vocacionales de esas universidad – destaco el director alegremente.
–Gracia
señor Moiter – expreso Angelina retirándose de la oficina acompañada por la
profesora y sus hermanas, ya afuera de la oficina la joven castaña comienza a
festejar alegremente y rápidamente proclama: ¡Por fin me iré de aquí!
– ¿De
la escuela o de Milwaukee? – pregunto la profesora.
–De
ambas, por fin poder acompañar a mi querido padre en su laboratorio haremos
grades cosas juntos y… –
–Y mamá
también – apunto Stella de forma inocente.
–Sí
y con mamá también, pronto será la dinastía Pines, padre, madre e hija, creando
e inventado en favor de la humanidad – declaro Angelina.
–Oye
dije que incluyeras a mamá para que te asustara —comento Stella— no para que te
pusieras alegre – asevero Stella.
–No
me interesa lo que mamá diga o haga, yo se hacia dónde estoy encaminada –
puntualizo Angelina; – ¡Lo que me recuerda! – Apunto esta; – Gracias profesora
sin su ayuda nada de esto hubiese sido posible – dijo la adolescente
agradecida.
–Tranquila
mi niña, es lo menos que puedo hacer – expreso la profesora.
Repentinamente
Angelina se detuvo y se dio la vuelta para abrazar a su amada profesora y
decirle en voz alta: No, usted se merece más, que una simple gracia, usted se
merece una estatua que diga la mejor profesora de todas.
– ¡Ay
Angelina me alagas! – declaro la profesora algo apenada.
–Ya
se, cuando invente algo que mejore la calidad de vida de las personas, se lo
dedicare a usted – anuncio Angelina.
–
¡Ay Angelina eres un caso! – proclamo la señora muy alagada.
–Angelina,
¿iremos al laboratorio de papá? – apunto Luna.
–Claro
que iremos, pero una vez todos ustedes terminen sus otras clases – contesto y
puntualizo Angelina.
–¡Arh,
¿Por qué siempre tienes que ser tan aguafiestas?! – proclamo Stella algo
molesta.
–Porque
si no van a sus otras clases mamá se dará cuenta que algo paso y cuando empiece
a averiguar, descubrirá lo que ustedes dos hicieron, y ahí temblara la tierra –
informo la hermana mayor.
–TE
ODIAMOS ANGEL – declararon ambas gemelas.
–Quieren
que sea yo la que le diga a mamá – expreso Angelina.
–TE
REQUETÉ ODIAMOS ANGELINA – volvieron a declarar ambas hermanas gemelas.
–Lo
sé – respondió Angelina.
–Bueno
Angelina, tengo otras clases que atender – informo la profesora Angélica; –Nos
veremos el lunes – expreso esta.
–De
acuerdo profe —contesto— yo por mi parte voy a acompañar a mis hermanas a sus
clases de hoy – puntualizo la pre-adolescente.
–Eso
me parece excelente, demuéstrale que eres una buena hermana – comento la
profesora.
–Profe,
no se haga la que no sabe, solo las acompaño porque ya no tengo más nada que
hacer aquí metida en esta dichosa secundaria – expreso Angelina algo enojada.
–Pero
por algo sigue acudiendo a mí, ¡verdad Angelina! – asevero la profesora Angélica.
–¡Ah…,
este…, ah…, este…, eh…! – tartamudeo la quinceañera.
–¡La
profesora Angélica acaba de dejar sin palabra a Angelina! – exclamo unas de las
gemelas.
–Eso
si es un verdadero milagro – añadió la otra.
La
joven castaña solo le sonrió a su profesora se dio la media vuelta y
rápidamente se dirigió hacia la salida seguida por sus hermanas gemelas, ya
afuera Angelina respiro aliviada al saber que pronto seguiría los pasos de sus
famosos padres.
No
muy lejos de allí Carina del futuro vio que su hermana había salido del colegio
y rápidamente se dirigió hacia ella para entregarle la dichosa carta; Angelina
saca de su bolsillo un itinerario con las clases de sus hermanas y verifico con
pausa lo que le tocaba…
–¡Haber
según esto! —se dijo así misma— Stella te toca danza y Luna te toca canto – declaro.
–Odio
la danza – argullo Stella; –Me gusta más canto – añadió esta.
–Tu
odias danza, te gusta canto, en cambio yo odio canto, pero me gusta danza, eso
no es de loco – determino Luna.
–Si
es algo loco, pero mamá es la que paga sus clases no yo, si fuera por mi… –
dijo Angelina antes de ser tropezada por otra pre-adolescente.
–Auch,
oye eso dolió – expreso Angelina.
–Entrega
urgente para el doctor Dipper Pines – replico la otra chica con voz semi grave y
sin dejarse ver la cara y dándole la carta.
–Espero
que no sea otra carta de amor de alguna admiradora secreta, ya serias la quitagesima
en año – puntualizo la castaña mayor.
–Entrega
urgente para el doctor Dipper Pines, dígale que es sobre Gravity Fall – repitió
la adolescente.
–¿Sobre
qué? – pregunto Angelina algo extrañada, pero la chica ya se estaba retirando,
pero a lo lejos dijo: Entregue esa carta es de vida o muerte. Nuevamente
Angelina quedo confundida y extrañada, pero si era algo tan urgente la joven
haría caso de la otra, agarro la carta se la metió en el bolsillo junto al
itinerario de sus hermanas y dijo: Stella, Luna cambio de planes iremos con papá.
–SIIII
– gritaron ambas niñas alegremente.
Todas
cambiaron su rumbo y rápidamente se encaminaron hacia el laboratorio de su
padre; por su parte Carina del futuro veía como sus hermanas se retiraban en
dirección al laboratorio de su padre y ahí pulsa su intercomunicado: ¡Listo,
misión cumplida!
–Si, ahora
me acuerdo – puntualizo Angelina.
–Eso
quiere decir que funciono, volveré a ver a mamá y a papá – expreso Carina.
–Creo que
si Carina, yo creó que si – respondió
Angelina.
–Oye,
quiero preguntar: ¿siempre has tenido el cabello así de lacio, Angelina? –
–Si –
contesto su hermana.
–No
es justo, te pareces a mamá con ese cabello, en cambio yo me parezco a papá y a
la tía Mabel con el mío – reclamo Carina.
–Discutamos
de eso con papá y mamá cuando aparezca aquí, hasta entonces solo habrá que
esperar – determino Angelina.
–Entonces
a esperar que algo suceda – indico la joven castaña sentándose detrás de unas
de las columnas.
La
noche estaba llegando dentro del laboratorio de los pines, y todo trascurría
muy lentamente, la máquina que los científicos de Dipper estaban construyendo
había tenido algunas complicaciones, tanto Dipper, Pacífica y Mabel sabían que
aquello no era nada bueno y que jamás sabrían si Bill había regresado o
simplemente fue una pérdida de tiempo.
El
ascensor se abrió y por el salieron las hijas de aquel matrimonio, Pacífica se
extrañó y pregunto: ¿No deberían está en clase?
–Es
que… –
–Es
que… –
–es
que… –
–es
que…
–Las
dos espantaron a otra suplente y yo no la lleve a su otra clase – declaro
Angelina.
–¡OYE
DIJISTE QUE NO LE DIRÍAS! – expresaron ambas.
Pacífica
se enfadó y trato de no liberar su furia con sus hijas menores y con una
sonrisa fingida volvió a pregunta: ¿Entonces que la trae por aquí?
–Vengo
a entregarle esto a papá, es urgente – puntualizo Angelina.
–¿Qué
es eso? – pregunto su madre.
–Una
carta – contesto Angelina.
–Espero
que no sea una carta de amor de sus tantas admiradoras, porque si no la quemo –
determino Pacífica.
–Que
Paz, temes que mi hermano se te escape de tus manos – argullo la hermana de
Dipper.
–Tu
cállate Mabel – expreso Pacífica muy enojada.
–¡TIA!
– exclamaron ambas gemelas alegremente.
–¡Sobrinas!
– exclamo Mabel igual de alegre abriendo sus brazos para que sus sobrinas la
abrazaran.
–¿Entonces
Angelina de quien esa carta? – pregunto su madre.
–No
lo sé, lo único que si se es que me dijo que era una entrega urgente para el
doctor Dipper Pines y que se trataba de un tal Gravity Fall – contesto
Angelina.
Los
padres de la pre-adolescente se asustaron al igual que su tía quien abrazaba a
sus otras sobrinas, y ahí el padre de la muchacha dijo: Así te dijo, que se
trataba de Gravity Fall.
–Si,
y ni idea de que es Gravity Fall – respondió Angelina.
–Dame
la carta – ordeno Dipper con un semblante más serio.
La joven
le entrega la carta a su padre, mientras Pacífica se acerca a su hombro para
ver lo que esta contenía, al abrirla y sacarla de su sobre el hombre castaño,
leer con profunda intranquilidad lo que esta decía:
<<Señor
Dipper Pines, el mundo está en peligro alguien cercano a ustedes esta reconstruyendo
el portal inter dimensional del señor Stanford Pines, esta persona es la que
invoco a Bill Clave y ahora trata de liberarlo de su prisión, es menester que
ustedes detengan a esa persona antes de que el mundo se vuelva a un caos, pero
para eso deben volver a Gravity Fall>>
–¡DEMONIOS!
– proclamaron ambos padres.
–Iré
a comprar lana —expreso Mabel— para ser unos suéteres, debido a que hará mucho
frio de ahora en adelante –
–Papá,
mamá, ¿Qué es Gravity Fall? –
–Es
un pueblucho en el estado de Oregón donde viven sus abuelos y… – contesto la
madre antes de ser interrumpida por su esposo.
–Es
el pueblo donde más cosas paranormales pasan, es lugar que quisiera olvidar al
igual que su madre – añadió Dipper interrumpiendo a su mujer.
–¿Eso
que quiere significar? – pregunto Angelina.
–Que
iremos a Gravity Fall – contesto Dipper parándose de su escritorio.
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