Todo estaba tranquilo en la
habitación principal de aquella casa, exceptuando quizás por el hombre del
hogar, quien soñaba con cierto ser que pensó haber derrotado hace mucho tiempo
atrás; en su pesadilla se mostraba el mundo ardiendo en llamas, mientras un triángulo
inter dimensional le decía: ¡HE VUELTO PINO! ¡JA, JA, JA! ¡AHORA NADIE ME PUEDE
DETENER! Aquello despertó al hombre y
este a su vez trato de no sobresaltase para no asustar a su mujer, la cual
tenía unos de sus brazos encima de él, así que trato de volverse a dormir, pero
a lo lejos pudo oír las risas de sus hijas pequeñas, quienes seguramente
vendrían a su habitación, entonces como pudo este se hizo al dormido.
La puerta de la habitación se
abrió y por ella entraron dos niñas gemelas quienes silenciosamente se
acercaron hacia donde estaba su madre y una de ellas toco a su progenitora para
despertarla, cosa que sucedió inmediatamente; la mujer le pregunto en voz baja:
¿Pasa algo niñas?
—No mamá, solo queremos ver
como despierta a papá con un beso – contesto una.
– ¡Si! Nos parece tierno–
replico la otra.
–No creen que es muy temprano
para molestar a su padre, recuerden que el…–
– ¡BESO!, ¡BESO!, ¡BESO! – Victorio
una.
– ¡BESO!, ¡BESO!, ¡BESO! – se
unión la otra.
La mujer de pelo rubio se agarró
las cuencas de los ojos para tratar de pasar un poco su molestia con aquellas
niñas, pero una parte de ella lo entendió y se dispuso a besar a su marido;
precisamente en ese momento fue que sus hijas se subieron a su cama para luego
subirse encima de ellos y ver con sus ojos aquel gesto de amor.
La rubia mayor beso en el
cachete a su esposo para despertarlo y aquello ruborizo al hombre castaño,
mientras sus niñas gritaban alegremente y luego de unos segundos este abrió los
ojos y dijo: ¡Buenos días niñas!
–Buenos días papá – dijo
una.
– ¿Cómo amanece? – pregunto
la otra.
–Bien, recibiendo un beso de
mi princesa Pacífica – contesto el padre.
–Fue idea de tus hijas –
contesto la rubia mayor.
– ¡¿En serio?! – Replico el
hombre castaño viendo a sus hijas menores; –Pero así no se vale que tal un beso
en la boca – termino de replicar este.
–Dipper fue idea de tus hijas —protesto—
pero si tanto te afecta podemos besarnos como se debe – aseguro Pacífica.
–Hecho – respondió Dipper.
Pacífica lo vio atrevidamente
y Dipper solo puso sus labios para juntarlos con los de su mujer, fémina que no
perdió ni un minuto en unir sus labios con los de su esposo, fue ahí que
aquellas niñas se sintieron incomodas y dijeron al unisonó: ¡HUI! Fue en ese instante que aquel matrimonio
separo sus labios y dijeran juntos: ¡Querían un beso! Pues nos estamos
besarnos.
–Pero queríamos un beso
tierno, no un beso adulto – protesto una.
–Ahora será difícil para mí
sacar esa imagen de mi cabeza – añadió la otra.
–Pues así nos besamos Pacífica
y yo – contesto Dipper.
–No le pongas atención Dipper,
vamos darnos otro – apunto Pacífica cariñosamente.
–Mejor vamos a molestar a
Angelina que aún no se ha despertado – específico una de la gemela.
–Y si no vamos a molestar a la
Señora Dolligen que tampoco se ha despertado – añadió
la otra gemela
Ambas gemelas se bajaron de la
cama de sus padres y salieron de su habitación encaminándose hacia los pasillos
de la vivienda para encontrar los cuartos de los otros ocupantes, en ese
instante su madre grito: ¡NO VAYAN A MOLESTAR A CARINA!
– ¿Te habrán escuchado? – se
preguntó Dipper algo extrañado.
–Te aseguro que, si no lo
hicieron, serán ellas la que tendrán que dormirla o aquiétala porque yo aún no
me quiero levantar – expreso Pacífica
algo molesta.
– ¡Que buena madre eres! – exclamo
Dipper sarcásticamente.
–Soy una buena madre y tú lo
sabes –expreso Pacífica; –Pero en esto momento solo quiero estar para mi oso
Pines – argumento la rubia acurrucándose al lado de su esposo.
–Te recuerdo que las gemelas
están despiertas, no creo que haya tiempo para aquello – apunto Dipper algo
apenado.
– ¿Y cuándo nos ha detenido
eso? – pregunto Pacífica con tono atrevido.
– ¡Tranquila fiera que para
eso tenemos todo el día! – informo el castaño tratando de calma a su esposa.
–Eso espero – comento Pacífica
acercándose al él para darle un pequeño beso y luego levantarse de la cama a
buscar una bata para luego salir de la habitación.
Dipper por un momento pudo ver
la desnudez de su esposa, pero luego recordó el sueño que tuvo, he
inmediatamente agarro su teléfono para abrir la aplicación de llamadas y hacer
una hacia su laboratorio.
Mientras tanto en unas de las
habitaciones de aquella casa, dormía plácidamente una adolescente, aquella
fémina parecía que no tenía intenciones de pararse de su cama y menos en un día
como ese en donde podía dormir hasta tarde, pero para su desgracia la puerta de
su cuarto se abrió y dos manos pequeñas movieron su cuerpo y ahí esta se
despierta y pregunta: ¿Qué paso?
–Eso te íbamos a preguntar, ¿no
vas a ir a la secundaria? – dijo una de las gemelas.
–Hoy es viernes, hoy entro
tarde – contesto la joven
– ¿Por qué tú puedes entrar
tarde y nosotras no?– pregunto la otra gemela.
–Porque son niñas, su cerebro
aprende más rápido si estudian en la mañana y… –
– ¡Queremos estudiar en la
tarde! – expreso la primera gemela
–Díganselo a mamá o papá – replico
la pre-adolescente castaña.
–Tu eres la mayor puedes
hablar con papá o mamá para que nos dejen estudiar en la tarde – expreso una de
ella.
–Hmmm, si soy la mayor, pero y
mi pregunta es: ¿a qué hora piensa poner sus clases de modelaje o baile?–
–Esa clase la podemos poner
en…–
– ¿Las clases de música y
canto?–
–Este…, eh…, ah…, las
pondríamos en…–
–Que me dicen de la clase de
costura o diseño con la tía Mabel–
–Olvidamos esa clase con la
tía, ¡diablos! – expreso unas de las gemelas
–Stella, Luna no se ponga a
inventar horario que no pueden cumplir saben que al final no podrán sacarse la
presión de encima – informo la adolescente con un tono adormilado.
–Qué tal si nos salimos de
algunas de esas clases – expreso la gemela mayor.
–Bueno espero que se lo digan
a papá, en vez de mamá – aseguro la hermana mayor.
–Angelina ya tú hiciste algo
así – comento la primera gemela.
–Sí, y no resulto de buena
manera, pero cuando se lo plantee a papá el sí accedió – contesto esta; – ¡aún
me sigo preguntando, ¿cómo lo hizo?! – se cuestionó Angelina.
–Mamá accedió, eso simple –
respondió la segunda gemela.
– ¡Ay Luna eso no es tan
simple! —Argullo Angelina— yo les puedo echar unos cuentos sobre mamá, pero
ahora no – termino de argüir la hermana mayor.
–Pero echarnos eso cuento
hermana – pidió la primera gemela insistiendo.
–Siiiii —suplico la segunda
gemela— por favor Angelina cuéntanos eso cuentos – termino de suplicar.
–Y yo quiero seguir durmiendo –
suplico ella tratando de seguir durmiendo hundiendo su cabeza en su almohada.
–Hermanita por favor, porfis, porfis,
porfis… – suplico la gemela principal.
–¡Cuéntanos! —pidió— porfis,
porfis, porfis – se unió a la súplica la otra gemela.
–Por qué no fueron niños – se
quejó Angelina ladeando su cabeza de un lado para otro; –Esta bien, pero salga
de mi cuarto – contesto Angelina.
–Ok, hermanita – contesto una
saliendo del cuarto de su hermana mayor.
–Te queremos – salió la otra
gemela del cuarto.
Finalmente, Angelina quedo
sola, pero ya no se podía volver a dormir, porque pronto llegaría la hora de
irse a la secundaria y en ese momento aquella pre-adolescente se dijo así
misma: ¡Debí ser hija única! Fue ahí que se dignó a levantarse de su cama y se
dirigió a bañarse para así comenzar a alistarse.
Las gemelas salieron del
cuarto de su hermana mayor y vieron a su padre salir algo asustado y ahí esta
le preguntaron: ¿Paso algo papá?
–No, —contesto este— no ha
pasado nada – término de contestar Dipper.
–Buenos días señor Pines –
dijo la voz de una anciana saliendo de unos de los cuartos.
–Buenos días Señora Dolligen,
¿Cómo amaneció? – contesto el castaño mayor.
–Adolorida, pero aún viva –
replico la señora Dolligen.
–Bueno, creo que abajo esta Pacífica
— informo este.
– ¡Oh genial este va ser un
estupendo día! – dijo la señora con cierto sarcasmo en su voz.
La señora bajo por la escalera
con paso lento y calmado sabiendo que la dueña de la casa probablemente
estuviese en la cocina haciendo algún desastre que ella luego tendría que
limpiar, pero trato de ignorar ese hecho. Nuevamente unas de las gemelas le
pregunto a su padre: ¿Todo está bien?
–Sí, solo que recibí una
llamada de mi laboratorio diciéndome que hay una anomalía que debe investigarse
– contesto Dipper.
– ¡En serio! – exclamo la
gemela mayor abriendo los ojos con cierto asombro.
–Podemos ir, papá – proclamo
la otra gemela.
–NO – respondió tajantemente el
padre.
– ¿Por qué? – preguntaron ambas
gemelas.
–Porque puede ser peligroso –
contesto el castaño.
– ¿Es algún fantasma que murió
de una forma horrorosa? – pregunto unas de la gemela.
– ¿O es un monstruo peligroso? – pregunto la otra.
–Papá, por favor dime que encontraste
al monstruo de (…), seria genial verlo – expreso una pre-adolescente saliendo en pijama
en dirección al baño.
–No Angelina, aun lo estoy
buscando – respondió el padre; –Pero lo que estoy investigando es más peligroso
que alguna bestia terrestre o marina y por ello no pueden ir – explico este.
– ¿Osito que estas investigando que nuestras hijas no pueden saberlo?
– pregunto la voz de una mujer desde el baño.
– ¿Pacífica estabas en el baño
todo este tiempo? – pregunto este.
–Sí, —contesto ella desde el baño— ahora responde mi pregunta – recalco Pacífica.
–Es un ritual demoniaco
peligrosísimo – revelo Dipper.
– ¡Ah bueno! —Proclamo la mujer desde el baño— Niñas dejen a su padre trabajar – indico la madre.
– ¡AY MAMÁ! – protestaron todas
las hijas del matrimonio.
–Ningún, ay mamá. Su padre y yo nos matamos por su seguridad y si su
padre no quiere que sepan algo es porque tiene un buen motivo, ¡verdad osito! –
–Es verdad, niñas; yo las
quiero mucho para ponerlas en peligro –
–Hmmm, papá, ¿y que me puedes
decir de todos los objetos malditos o poseídos que hay en el sótano? – protesto
Angelina con cierto sarcasmo en su voz.
–Esas cosas no cuenta como
peligrosa como tal, al menos que alguna de ustedes las posea, pero si ese fuese
el caso de todas maneras ustedes ya están protegidas con sus aretes que le di
el día que todas ustedes nacieron –
– ¡NUESTROS ARETES! –
exclamaron las gemelas saliendo a buscar sus mencionados pendientes.
– ¡¿En serio papá?! – cuestiono
Angelina.
–Sí, —contesto tajantemente—
¿y si quieres vamos al sótano ahora mismo? – termino de contestar el hombre.
–Bueno a diferencias de Stella
y Luna, yo siempre cargo mis... –
–No lo tienes puesto – informo
el padre.
Angelina por un momento dudo
de la palabra de su padre, pero cuando se tocó el oído esta se percató que no tenía
puesto sus aretes, esta se devolvió a su cuarto a buscarlo. Por su lado Dipper
se quedó solo mostrándose orgulloso de que sus hijas lo quisiera demasiado para
no perder aquellos objeto que “las protegían” de las malas influencias de la
cosas que habían en la casa, pero nuevamente Dipper volvió a pensar en sueño
que tuvo y en lo que le habían dicho en el laboratorio que tuvo que quitarse
los lente por un momento para ponerse los dedos en la cuencas de sus ojos y
pensar por un segundo; aunque al cabo de unos segundo fue interrumpido por una
voz femenina que le pregunto: ¿Estas bien osito?
–Sí, —contesto el— solo estoy
pensando en lo que me dijeron de laboratorio — termino de responder.
–Dipper, ¿Qué te dijeron del
laboratorio que te tiene tan preocupado? – se cuestionó la mujer.
–Recuerda que te dije que era
imposible que cierto ser regresara a perturbar nuestra paz, pues creo que puede
regresar – respondió Dipper.
– ¿A quién te refieres? —Pregunto
ella— Espera un momento, te refieres a… –
–Sí, me refiero al él –
contesto Dipper sin ningún tipo de titubeo.
– ¡AY DIPPER TENGO MIEDO!
—expreso Pacífica— NO QUIERO QUE LE PASE NADA A NUESTRAS HIJAS – termino de
expresar.
–Tranquila Pacífica, primero
muerto a dejar que le pase algo a mis niñas y menos a él que desearía destruirnos
a mí y a Mabel por haberlo derrotado hace veintinueve años atrás, pero como ya
te dije que no estoy seguro si ha vuelto –
– ¿Pero puede volver? –
–Eso es algo que quiero
determinar en el laboratorio – contesto Dipper pensando profundamente.
– ¡¿Y qué pasaría si confirman
todos nuestros temores?! –
–Tendría que ir a Gravity Fall
en búsqueda de algunos ingredientes para crear amuletos de protección en contra
de su magia y así proteger a nuestras hijas de su influjo –
–Eso me mantendría tranquila, pero si él
vuelve de toda manera vendría por nosotros – apunto Pacífica abrazando a Dipper.
–Tranquila Pacífica, yo
siempre protegeré a mi familia – replico el castaño devolviendo el abrazo.
Pacífica, beso a su esposo y
luego se separó para poder comenzar su día, Dipper por otra parte se quedó algo
atontado por el beso que le dio su mujer para volver en si después de algunos
segundos; rápidamente agarra su maletín y baja las escaleras para poder irse,
pero es detenido por una señora pálida mayor de cabello gris, que le dijo: No
comerá algo señor Pines.
–En esto momentos no, señora Dolligen
– respondió Dipper saliendo de la casa apurado
– ¡A veces me pregunto, ¿Por
qué me molesto?! –
Lejos de aquella familia en un
alejado pueblo de Oregón, una mujer meditaba profundamente dentro de un círculo
de tiza en que se podía mostrar todos los elementos que invocaban a un ser muy
poderoso y peligroso. La mujer en cuestión lo sabía, aquella fémina espero
pacientemente hasta que finalmente se presentó aquel ser que tanto deseaba ver.
–No puedo creer que me hayas
invocado, niñita o debería decir mujercita, porque hace mucho tiempo que no te
veo – expreso aquel ser.
–Lo sé y no debería está
haciendo esto, pero ya no puedo seguir viviendo sin él, él debía ser mío no de Pacífica
– contesto la mujer.
– ¿Por qué ustedes los humanos
se apegan tanto a la idea de algo material? – pregunto él inocentemente.
–Nunca lo entenderías, ya que
en tu dimensión no existe las emociones humanas – contesto la mujer de una
forma muy déspota.
– ¡Humana tenía que ser! —Proclamo
él— ¿Ahora qué quieres? – pregunto.
–Ya te dije que quiero que
Dipper sea mío y no de Pacífica, y quiero que tú me ayudes a resolver esto, a
cambio te daré la libertad para que salgas de este maldito pueblo – replico.
– ¿Y cómo piensas hacerlo? El
único que podía hacerlo era Stanford Pines y según mal no lo recuerdo el murió,
además yo destruir sus diarios, no hay forma que me puedas sacar de este
pueblucho de porquería –
–El señor Ford tal vez allá
muerto, pero no significa que no dejo algo atrás, se dé buena fuente que él
volvió a reescribir sus diarios –
–Seis dedos reescribió sus
diarios, eso significa que… –
–Puedo sacarte de aquí, solo
con la condición de que me ayudes con Dipper –
–Niñita acabas de ganarte un
amigo muy poderoso – expreso el ser.
–Y tú te acabas de ganar una
gran aliada – indico la mujer.
–Pero debemos tener cuidado,
el niño pino aún tiene alguna conexión conmigo y puede localizarnos si no
tenemos cuidado – apunto este.
–Concuerdo Bill, debemos tener
cuidado y más si Dipper está conectado contigo, esto tal vez será un tope hacia
nuestra victoria – aclaro la mujer de una forma pensativa.
–Te daré la manera para
ocultarnos del niño pino por los momentos, pero pronto él se dará cuenta de
que, ¡HE VUELTO!, ¡JA, JA, JA, JA! – declaro el ser riéndose maléficamente.
En un tranquilo laboratorio de
Milwaukee, tres científicos estaban dándole los últimos toques a una máquina
que había diseñado su jefe, uno de ellos se había tomado el atrevimiento de
nombrar la maquina con un muy largo y complicado nombre que nadie podía
pronunciar y por ello los otros científicos tuvieron que ponerle un nombre
extraoficial. Los científicos estaban hablando sobre la máquina que estaba
construyendo y uno en particular pregunto: ¿Sera que el doctor Pines, se volvió
loco?
–El doctor Pines no está loco
– replico unos de los científicos; – ¡Es un genio! – añadió este.
–Verguil vas a defender al
doctor Pines y más en esta etapa culminante de Bang, bang, bang – expreso el
otro científico.
–Claro que lo voy a defender, muy
poco diseñarían una máquina que puede detectar los diferentes seres de las otras
dimensiones, esto comprobaría aún más su teoría –
–Pero si su teoría está más
que confirmada, porque el doctor Pines buscaría construir una maquina así –
–De seguro el doctor Pines, tendrá
su motivo para construir una maquina así – expreso el tercer científico.
– ¿Pero porque se tardó tanto
en su diseño? – pregunto el primer científico.
–Porque necesitaba está seguro
que esta máquina funcionaria – contesto el jefe de ellos.
– ¡Doctor Pines! – proclamaron
todos ellos deteniendo la construcción de la máquina.
–No se detengan, casi terminan
– apunto el doctor Pines tranquilamente.
–Disculpe si el doctor Verguil
se haya expresado mal de usted – expreso unos de los científicos.
–Créeme no es nada – respondió
el doctor Pines; - ¿Ahora cómo vamos con la maquina? – pregunto.
–Vamos bien señor Pines,
pronto la tendremos lista –
– ¡¿Pueden tenerla lista para
hoy?! –
–Esta difícil, Doctor Pines, aún
falta instalar algunos cables que la podría a funcionar –
– ¡RAYOS! – proclamo Dipper
algo enojado.
– ¿Qué pasa doctor Dipper?
¿Por qué tanto interés que esta máquina esté lista para hoy? – pregunto el
científico.
–No, quisiera probar esta
máquina que tanto me ha quitado el sueño – respondió el castaño.
–Usted tranquilo doctor Pines
que esta máquina esta lista prontamente – se expresó el científico.
–Por cierto, ¿Quién fue que le
puso ese nombre complicado? – pregunto Dipper.
–El doctor Verguil – respondió
el científico.
Dipper se quitó los lentes para
poderse agarrar las cuencas de los ojos y trato de pasar su enojo, luego de
pasar ese momento tan amargo Dipper dijo: Dígame que alguien le puso otro
nombre.
–Si Doctor Pines —respondió— le
pusimos el nombre de Bang, Bang, Bang, porque hace un sonido igual a esas
palabras – término de responder y explicar.
– ¡Gracias a dios! – proclamo
Dipper saliendo de la habitación para entrar en su oficina.
En ese momento unos de los
científicos que estaba trabajando en la máquina, le dijo a su compañero: Mas te
vale que no eres un chupa medias.
–Hallow, él es el que paga –
expreso el científico principal.
–En realidad, quien paga es la
doctora Pines – apunto Verguil
– ¡Hmmm, la doctora Pines! Eso
sí es mujer – exclamaron todos los científicos.
–Que mal que doctor Pines se
la disfruta él solo, el condenado sí que tiene suerte – expreso Hallow.
–Sí que mal, pero hay que
volver a trabajar – notifico el científico en jefe.
Los científicos nuevamente se
enfocan en trabajar en la dichosa máquina de Dipper, mientras tanto este se
encuentra dentro de su oficina verificando los planos de su máquina y también está
verificando su funcionalidad, pero aún estaba pensando en su sueño y lo que
podría significar y fue en ese momento que se volvió a quitar los lentes y se
dijo así mismo: Espero que solamente sea un sueño.
1 Comentarios
Casino Review 2021 - DrMCD
ResponderBorrarThe gaming industry is 광명 출장마사지 in disarray at any given moment. 거제 출장샵 Casino is well known 의정부 출장안마 for its 안산 출장샵 highly competitive software. The game developers Rating: 2.1 · 문경 출장마사지 Review by Dr
Le agradezco por haber leído, por favor dejen un comentario positivo