*El siguiente fanfic está basado en el fanfic
de mi amigo, colega y administrador de Facebook Janyo, quiero hacer esto como
un fanfic dedicatorio y una obvia contribución a esta extraña e inusual pareja
que este amigo mío ha escrito con anterioridad como es caso de Finnick y
Giselle, pero más mi estilo y solo Janyo vera si es su estilo para considéralo
una “secuela”, pero yo no lo garantizo que le vaya a gustar, porque tiene ese toque
humorístico negro y blanco bien balanceado, más referencia, más música y mucho más,
y debido a que me estoy extendiendo lo dejo con la historia.*
Eran las doce del mediodía en la Plaza Sahara y
Finnick estaba degustando su plato preferido de todos, un muy buen pollo
rostizado con algunos pedazos de lebranche, aquel día para él todo era
tranquilo, no había tenido que ir para su trabajo y no había sabido nada de su
novia, lo cual lo dejaba tan tranquilo, disfrutando de su almuerzo. En ese
instante su teléfono sonó con la canción de Heart Shaped Box de Nirvana,
allí este con una profunda tranquilidad y terminando de masca el pedazo de
pollo contesta: Diga.
–¡Hey
Fin, habla Blade! ¿Cómo te va? – dijo la voz de un macho
quizás algo rascado.
–Que tal Blade, yo estoy
bien, aquí comiéndome mi almuerzo –respondió Finnick.
–Entonces tendrás que dejar de comer porque lo siguiente te va a
gustar – menciono Blade.
–Depende de que sea – apunto
tranquilamente.
–¿Tocar con tu banda favorita es muy poco? – puntualizo
Blande.
–Si… ¡Espera que! – respondió
él, para luego sorprenderse ante la interrogante de aquel conocido; –No me
estas jodiendo verdad – indico Finnick seriamente.
–Claro que no, tu sabes que te aprecio mucho como para joderte así,
resulta y acontece que el guitarrista de AC/DC tuvo que ausentarse por problema
medico y los macho amigos míos, por cierto, me comentaron sino conocía a un
guitarrista que estuviese disponible y yo le conteste sí, porque pensé en ti – explico.
–Yo tocar la guitarra, ¡eso
es un suicidio! No toco la guitarra desde los dieciséis – respondió Finnick
intranquilamente.
–Tranquilo, tendrá algunos días para practicar, ya que el concierto
es para dentro de dos semanas – replico Blade.
–Porque suenas tan confiado,
esto acaso es una broma… NICK JURO POR DIOS Y POR MI MADRE QUE TE MATO SI ES
UNA BROMA –
–¿Quién es Nick? Yo soy Blade es mismo con quien te emborrachaste
en el club safari–
–Ok, te creo, pero dos
semanas para ponerme a tono es un reto que asumiré con mucha confianza, por
cierto, ¿Dónde es el concierto? –
–En el condado del Ángel–
–QUE ESO ES MUY LEJOS, no
estaría en la cuidad, ni vería a mi… ¡Hmmm! Pensándolo bien voy para allá, no
me importa, todo sea para recuperar mi camioneta y su olor varonil, así que
saldré inmediatamente – replico Finnick sin pensarlo dos veces.
–Gracias Fin, no te arrepentirás – apunto Blade antes del
colgar.
Finnick colgó para seguir
disfrutando de su almuerzo, luego se subió a su van para luego irse a la
primera tienda de instrumento musical para comprarse una guitarra, aquello no
fue económico para el fenec, pero era mejor eso que pedirle un instrumento
musical a la alocada de su novia, allí este al estar con el instrumento en la
van se sentía feliz y ahí dijo: tú, la guitarra y yo en un viaje solitario y
varonil, ¡por fin me quitare el olor a zorro domestico y volver a ser zorro
salvaje! Finnick encendió la van y se
puso en marcha para salir de la cuidad, estaría lejos, pero para el era algo
reconfortante estaría lejos de las insoportables caricias de ella y de sus
bromas incesante, pero antes tendría que dejar el cochón de la mencionada
hembra y otro accesorio de su propiedad en un lugar mas amplio y seguro, así
que sin pensarlo dos veces llamo a un animal que él conocía muy bien y quien no
dudaría en tener aquella pertenecía: ¡Mira voy para allá! No hagas preguntas.
–¿Por qué te di mi número? – pregunto la hembra
fastidiada; –Esta bien te espero –
agrego la fémina estresada.
El fénec cambio de dirección
hacia el distrito forestal en su viaje puso algo de música en la radio; aquel
siempre sintonizaba su estación de radio favorita KWST, una estación dedicada
solamente a la música de Rock y el hip-hop, pero al encender la radio descubrió
que estaba en una estación de música electrónica, estaba pasando una canción
que este no supo identificar y al terminar el narrador dijo: <<Magic
Radio FM con la mejor música de todos los tiempos>> Si, claro – dijo el molesto, cambiando el
dial a su emisora, la cual estaba en 92.8; al llegar a ella un narrador estaba
hablando sobre la violencia y ahí este se dispuso a escuchar lo que decía el
narrador: <<….Hombre te encuentras en la calle y en la calle se demuestra
como es la gente realmente, así que la próxima vez que alguien diga: ¡PUDRETE!
Diles: ¡Tu también! Buenos los dejos con
2pac y Dr. Dre con California Love>>. Ahí comienza la canción que
Finnick conocía muy bien ya que 2pac y Dr. Dre era algunos de sus artistas
favoritos de hip hop y así se dispuso a cantarla hasta llega a su destino.
El viaje hasta los suburbios
de distrito forestal fue corto y rápido, en una modesta casa de esa zona estaba
esperando una sensual panda roja, que estaba haciendo algunas llamadas hasta que
vio la camioneta de Finnick pararse enfrente de su casa, allí esta dijo al
animal con el que se estuviera comunicando: Te llamo más tarde. Ahí esta se
acerco y dijo: Espero que tengas un muy buen motivo para haberme llamado.
–Voy a salir de la cuidad yo
solo y quiero dejar la cosa de piernas en un lugar a salvo y pensé que mejor
lugar que la casa de mi querida amiga Zuko – contesto Finnick.
–Te he dicho un millón de
veces… –
–¡aquí vamos de nuevo! –
susurro él para así mismo.
–QUE NO LA LLAMES PIERNAS, SU
NOMBRE ES GIZELLE Y MI NOMBRE ES RETSUKO, NO ZUKO Y QUE ME LLAMES… ¡Espera,
que! –
–¿Qué de qué? –
–¿Cómo que te vas de la
cuidad y quieres dejarme la cosa Gizelle aquí, ¿acaso terminaron? –
–Uno, eso no es de tu incumbencia,
dos, porque eres su amiga y tres: ya quisieras, luego de todo el drama y todos
los empujones que me diste, terminaría con ella, no lo creo.
–Eso espero, te diré esto
solo una vez, eres la mejor cosa que le ha pasado a ella en toda su carrera –
–¿Qué dijiste? – pregunto el
fénec tratando de hacer que Retsuko volviese a repetir el mensaje.
–Yo se que me oíste, así que
no lo volveré a repetir – apunto ella.
–Bueno que no se diga que no
lo intente – asumió Finnick resinado; –vamos hacer lo nuestro tengo que salir
de la cuidad; pronto – agrego Finnick seriamente caminando hacia la parte
trasera de la van, seguido por la panda roja quien inmediatamente pregunta: ¿Y
eso que saldrá de la cuidad?
–Necesito salir de la rutina,
rencontrar mi hombría y dejar de ser el muñeco personal de piernas por dos
semanas – respondió.
–Quieres dejar de llamarla
así – apunto Retsuko molesta.
–“Quieres dejar de llamarla así”
—remedo— en serio no se como ustedes dos son amigas, pero ese no es mi problema
– apunto Finnick abriendo la puerta trasera de la van; –Quieres ayudar o te
seguirás quejando – agrego Finnick seriamente.
–¿Qué sacamos primero? –
pregunto la hembra.
–El cochón, luego sacaremos
sus cosas femeninas y podre dejarte en paz – indico Finnick.
–Tu no puedes solo o es que
enano no puede con este peso – esgrimió Retsuko sínicamente.
–¡Oh por supuesto! Si hubiese
pensado mejor las cosas, hubiese tirado todo esto en medio de la autopista,
pero luego tendría que enfrentarme a la ira de su alteza real, así es que pensé
en dejarte su cosa antes de salir de la cuidad, pero creme que te dijo que lo
estoy pensando muy bien y cada vez me parece mejor la idea de dejar esta cosa
tiradas en el medio de la autopista – aseguro Finnick.
–¿A veces me pregunto como tu
y Gizelle terminaron juntos? ¿Y como es posible te haya ayudado? –
–Créeme Zuko, que hasta yo me
hago esa pregunta esa pregunta – contesto Finnick.
–RETSUKO – grito la panda
roja.
–Como sea, quieres ayudar o
dejo esto en el medio de la autopista y créeme que soy capaz – indico Finnick.
–Ok, ¿Qué tengo que hacer? –
–Agarra el cochón por la
parte inferior, yo lo agarrare por la parte superior, lo vamos a sacar de lado
para evitar encontronazo con la puerta – explico el fénec.
La panda roja agarro la parte
inferior del cochón y junto al Finnick le dio vuelta y lo sacaron con suma
facilidad hasta la puerta del garaje de aquella mamífera y allí ambos lo
dejaron para seguir con la otra cosa que los llamaban, como algunas cosa que
eran los objeto personales de la bobina; Finnick se encargo de sacar algunas
prendas que esta siempre dejaba allí, mientras la panda menor agarra los objeto
mas femenino, como el maquillaje, los innumerables labiales y algunos que otro
objeto personales de su amiga, hecho aquello el pequeño vulpino dice: Gracias,
te debo una.
–No lo hago por ti bobo, lo
hago por mi amiga – replico Retsuko.
–Si, claro, como digas – destacó
Finnick sarcásticamente.
–Cree lo que tu quieras, pero
yo soy así, no creo que vendría siendo hora de que me digas para donde vas –
apunto Retsuko.
–Ya te dije que ese es mi
problema – contesto Finnick cerrando la puerta de la van para concentrase en la
panda roja, pero allí otra voz femenina exclamo: ¿Por qué siempre ustedes dos
están peleando? El canino se voltea a
ver quién era y ahí parada estaba su amada y a veces odiada novia, quien lucia
tan inocente como era de costumbre, pero Finnick ya conocía bien y que su
presencia lo agarro desprevenido, allí Finnick pregunta: ¿Cómo sabias que
estaba aquí?
Luego de la repentina llamada
de Finnick a Retsuko, la pandita llamo a su amiga, ella sabía que el fénec
estaba tramando algo y era mejor prevenirla a ella, quien era su pareja.
–¡HEY Retsuko! ¿Cómo esta en
tu día libre y…? –
–Gi, ¡Gizelle! Finnick me llamo, algo esta planeando el condenado
para que me haya llamado, así que, para estar seguras, ¿Puedes venir para mi
casa? – indico Retsuko algo inquieta.
–Bueno que él te haya llamado
eso es algo nuevo, pero creo que pretende hace las pase contigo –
–¡Oh quiere dejarte por otra! ¿Por casualidad
no estas embarazada? – apunto y pregunto la panda roja.
–Eso no
pasara jamás y por dios no, ¡aunque seria un milagro si tenemos hijos! –
respondió la gacela.
–Aun así, no confió nada en él, así que podría
venir a mi casa, ¡por favor! – esgrimió Retsuko algo
preocupada.
–¡Esta
bien voy para haya! – contesto Gizelle dejando de hacer lo que estaba haciendo
para ir a la casa de su mejor amiga.
Ella
tomo el elevador reservado para ella, salió por la puerta que solo ella conocía
y luego se dirigió al metro, el cual afortunadamente estaba vacío y no era para
menos, el distrito forestal ha esa hora era un desierto y llega a la casa de su
amiga no le llevaría ni un brinco, así es que mientras esperaba su arribo aquel
lugar, la chica se puso a jugar Cockie’s Chrock. El viaje no se le hizo pesado a la fémina y
en tan solo uno minuto estaba en la estación Pandaris menoris. La gacela abandona la seguridad del vagón
para caminar por la silenciosa estación, luego subió a la calle y todo cambio,
estaba en el vecindario pandaris menoris en donde vivían todos los pandas rojos
de la cuidad y allí esta se dirigió a la casa de su amiga que no quedaba tan
lejos. Al llegar a la calle donde vivía
su amiga, vio a su amiga y su novio sacando su cochón de la van, allí
silenciosa como la gacela que era se acercó, se veía que estaba haciendo los
dos dentro del vehículo, pero ella no se imaginaria eso porque Finnick y
Retsuko no se toleraba, asi
que esa
posibilidad la descarto y al acercase, oye la pequeña discusión que tenia los
dos y acto seguido el zorro del desierto cerro la puerta de su van diciendo:
<<…Ya te lo dije Zuko, que ese es mi problema>>.
Luego de
la enrevesada explicación de Gizelle, Finnick se preparo para irse, pero
nuevamente es detenido por la gacela quien le pregunto: ¿A dónde vas?
–Voy a
recuperar mi hombría, en un viaje libre de mujeres, en donde fumare, beberé y
me drogare – respondió.
–¡Bromeas,
no! –
–Con las
dos primeras no, con la ultima si – contesto Finnick.
–¡Voy
contigo! – indico Gazelle.
–Claro
que no, esto es un viaje para un hombre,
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