El autobús
iba en movimiento por una carretera no muy transitada entre árboles y montaña,
los ocupantes de aquel vehículo iban viendo a través de sus ventanas los árboles
que pasaban a toda velocidad, pero había una en particular que detestaba aquel
camino hacia aquel dichoso pueblo y esa era Pacífica, durante el pasar de los
arboles se puso a recordar toda su infancia.
—Flashback—
Pacífica
tenia cinco años, se acababa de levantar de la cama e inmediatamente los
sirvientes de la mansión la comenzaba a peinar, vestir para esta lista para
desayuno, su padre la llevaría con el para que jugarse golf, aunque por dentro
esta destetase ese deporte; al bajar descubría a sus padres peleando por un
tema de dinero y como siempre su padre terminaba ganado.
–Estoy lista
papá – dijo ella con su vocecita inocente.
–Espérame
en la limosina, le estoy dando una lección a esta puta – contesto el hombre.
La niña
obedeció a su progenitor mientras se retiraba de lugar, pensaba en como ayudar
a su madre. El tiempo paso Pacífica había crecido un poco más, la heredera de
clan Noroeste era acortejada por miles de pre-adolescente, pero ninguno le
llamaba la atención, aquello hacia enojar sus padres; un día la madre de la
joven entro a la habitación de su hija y le pregunto: ¿Estas bien mi niña?
–Si,
—contesto— ¿Por qué? – pregunto.
–Nos
preguntamos tu padre y yo, ¿porque no quiere elegir pretendiente? – indago la
señora.
–No voy a
dejar que mi padre destruya mi vida – respondió la joven.
–Como
puedes decir eso de tu padre – protesto su madre.
–Este será
su castigo por hacerte sufrir todo este tiempo – apunto Pacífica.
–Pacífica,
yo nunca he sufrido en manos de tu padre, todo lo contrario, yo acepte mi
trabajo como mujer de esta sometida a sus ordenes – expreso la mujer explicativamente.
–Pues yo no
dejare que decida mi vida – indico Pacífica.
–¡Que niña
tan mal agradecida! —proclamo su progenitora— tu padre (…) es un santo que nos
ha dado su cobijo y protección, lo que debemos hacer nosotras es seguir su
ordenes – reclamo la madre; –Mañana veras a otro posible pretendiente en campo
de golf – apunto la adulta.
La joven se
quedo sorprendida al ver como su madre defendía a su padre el cual era un
monstruo, quizás los años que no estuvo en aquella mansión lo hubiese cambiado,
pero no, parecía ser el mismo; ya aquella niña no sabía en qué pensar y
aprovecharía aquel verano para sacar alguna conclusión, sin saber que su vida
iba a cambiar por completo.
—Fin de Flashback—
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