En un
par de días ya un manto blanco de unos 10 centímetros cubrían los alrededores
de la casa y el techo de la misma. Yo me encontraba sentado en la sala frente a
la chimenea bebiendo un poco de chocolate caliente mientras mi madre preparaba
el almuerzo.
-procura
comer bien ya que hoy conocerás a tu tío-
-ya era
hora, empezaba a pensar que me trajiste aquí solo para aislarme del mundo-
mencione con sarcasmo antes de beber un sorbo del chocolate
-podrías
estar al menos un poco emocionado-
-¿emocionado
por conocer a alguien que llevo días esperando ver? Nah...-
Cuando
el almuerzo estuvo listo me senté a la mesa agradeciendo por la comida, en mi
plato había un poco más de comida que de costumbre además de estar compuesto en
su mayoría de carne, pollo y cochino hecho de diferentes maneras con un poco de
ensalada de papas y zanahorias.
-¿no
crees que es demasiada comida para mí?-
-Cómela
la necesitaras además de ser una comida especial por la ocasión-
Mi
madre comía con total normalidad mientras a mí me seguía pareciendo un exceso
de comida, tampoco es que fuera una gran cantidad pero si un poco más de la que
estaba acostumbrado.
Al
terminar de comer subí a mi cuarto para abrigarme mientras mi madre subía
algunas cosas al carro, el día de hoy su comportamiento había sido sospechoso,
como si tratara de ocultar algo, aunque había estado así todo lo que iba de
viaje hoy se le notaba más. Baje las escaleras ya con un suéter y una bufanda
montándome en el carro mientras mi madre montaba la "caja misteriosa"
como le había empezado a llamar hace 2 días, ella se montó y abrocho su
cinturón encendiendo el carro para retroceder y luego avanzar por un camino que
estaba a unos cuantos metros de la casa.
-procura
no subir mucho la voz en su casa ni tampoco tocar algunas de las reliquias que
tenga ya que es muy sensible con respecto a eso-
-¿ves?
Dije que era el típico tío ricachón que esta apartado de la familia por ser un
amargado-
-En
realidad él tiene contacto con toda la familia más bien la mayoría vive en
estas mismas tierras-
-entonces
no solo conoceré a mi tío sino que lo más probable al resto de la familia-
-sí, es
seguro-
Luego
de 1 hora de camino se veía a la distancia una casa un poco grande de unos 3
pisos, la típica casa de granja solo que un poco más grande con un cobertizo a
un lado de esta. Al llegar mi madre toco la corneta antes de bajarse mientras
me quedaba en el carro y un señor salía de la casa, este aparentaba tener unos
36 años de pelo castaño y una cicatriz en el ojo izquierdo.
-al
parecer ya llego mi querida hermana, ¿cuánto tiempo sin vernos?- dijo aquel
hombre mientras bajaba las escaleras del pórtico y acercarse a mi madre para
abrazarla.
-fueron
17 años...- mi madre correspondió al abrazo durante un momento para luego
separarse -¿y cómo está el resto de la familia?-
-están
bien ansiosos por verte y conocer a mi sobrino-
-hablando
de eso... ¡Aureus sal del auto para que saludes!-
Ya que
estaba cómodo aquí adentro me manda a salir, genial...
Tome mi
bolso y salí del auto para acercarme a mi tío extendiéndole la mano para
saludarle, el cual correspondió mientras me daba una sonrisa -es un gusto
conocer al tío ricacho de la familia-
-Aureus!!-
exclamó mi madre viéndome algo enojada.
-No
pasa nada Mond, era algo que me esperaba luego de ver parte de las tierras y la
casa. Bueno, que estamos esperando mejor entremos-
Los 3
entramos a la casa aunque yo me puse a explorarla sin lograr ver a otro de mis
parientes, así que fui a la sala donde mi tío y mi madre se ponían al día de
todo lo que había pasado todos estos años
(Mismo párrafo al anterior),
mi madre estaba retocando su cabello mientras hablaba y mi tío estaba sentado
tomando algo de café.
-al parecer eres el único en
la casa ya que recorrí parte de esta y no veo a nadie- mencione al recostarme
de la pared junto a mi madre.
-es que salieron pero en un
rato los conocerás no te preocupes-
-¿Y qué cosas haces para
divertirte o al menos en la casa?-
-pues si están alguno de tus
otros tíos o tus primos jugamos ajedrez o cartas, sino vamos al bosque a
caminar un poco, acampar o cazar- menciono mientras dejaba la taza de café en
una pequeña mesa que tenía al lado.
-eso suena interesante. ¿Y a
que te dedicas?-
-soy cazador además de
dirigir los cultivos en la granja familiar, a diferencia de otras granjas
nosotros no tenemos ningún tipo de bovino como ganado-
-¿entonces solo se dedican
al cultivo? Me parece algo raro ya que no vi ningún tipo de plantación en el
camino- dije cruzando los brazos mientras le veía a los ojos.
-Nosotros tenemos alces,
ciervos y caribúes y en algunas partes sembradíos de especias y plantas
medicinales- se levantó caminando hacia la ventana más cercana –Mond si me lo
permites me gustaría llevarle de caza mañana junto a los demás para enseñarle,
aunque sería fantástico que aprendiera de ti-
Mi madre se limitó a reír un
poco antes de contestar –sabes que estoy algo oxidada, creo que tú ya debiste
superarme ¿además no crees que es un poco prematuro? Deberíamos esperar que al
menos conozca parte de la familia y que pase un par de días aquí y luego le
llevamos de caza-
-lo que mi madre quiere
decir es que no quiere ver un arma en mis manos, así que pondrá cualquier
pretexto para que no vayamos. En otro tema tú sabes cazar y has disparado un arma
y de pequeño no me dejabas acercarme a los juegos de guerra- mencione a lo
último dirigiéndome a mi madre.
-es diferente ya que era
para ganar dinero vendiendo la carne o para alimentar a todos- decía mi madre a
la vez que se cruzaba de brazos.
-si eso dices… entonces
mientras espero a todos seguiré explorando la casa- me di la vuelta y salí de
la sala dejando que siguieran hablando y a su vez yo buscaba con que distraerme
esperando que todos llegaran pronto, aunque suele ser normal que en una casa
tan grande y más si tiene muchos miembro de una familia viviendo en ella las
puertas de algunas habitaciones se encontraran cerradas, pero en esta ocasión
se podría decir que más de la mitad de la casa tenia cerrado totalmente el
acceso a otras secciones de la misma, lo cual me parecía algo entretenido
debido que al no tener nada que hacer me la pasaría todo el día tratando de
averiguar que había al otro lado de la casa hasta que llegaran el resto de mis
familiares.
Todos llegaron a la hora de
la cena trayendo consigo un venado emocionados por nuestra visita, por alguna
extraña razón mi madre me pidió que saliera y la esperara en el carro mientras
ella hablaba con la familia por unos minutos hasta que al fin me fue a buscar
diciendo que entrara a saludar a todos.
-¿segura que ya terminaste de aclarar todo? No quiero estar en medio de lo que sea que esté pasando- mencione al bajarme y entrar a la casa observando el como todos acomodaban la mesa y ayudaban con la comida en el “gran comedor” -emm… bueno mi nombre es Aureus Filius aunque creo que eso ya lo saben, me alegra mucho saber que tengo una familia tan numerosa al parecer y no que venimos huyendo de algo de otro país jajaja- todos se me quedaron viendo por un momento antes de seguir con lo suyo –ma... ¿no tienen mucho sentido del humor verdad?-
-¿segura que ya terminaste de aclarar todo? No quiero estar en medio de lo que sea que esté pasando- mencione al bajarme y entrar a la casa observando el como todos acomodaban la mesa y ayudaban con la comida en el “gran comedor” -emm… bueno mi nombre es Aureus Filius aunque creo que eso ya lo saben, me alegra mucho saber que tengo una familia tan numerosa al parecer y no que venimos huyendo de algo de otro país jajaja- todos se me quedaron viendo por un momento antes de seguir con lo suyo –ma... ¿no tienen mucho sentido del humor verdad?-
-relájate así son
naturalmente a la hora de la comida, solo espera a que todos tengan el estómago
lleno y veras como todo serán juegos y risas- dijo al sentarse en la mesa
mientras los demás hacían lo mismo.
-tengo una duda tío, si ya
trajeron un venado hoy ¿eso quiere decir que no iremos de caza mañana?-
-en realidad si iremos de
caza pero será para venderlo en el pueblo y así ganas algo de dinero si es que
te parece- menciono antes de tomar un bocado de comida.
-me parece excelente si
ganare algo de dinero con eso-
Unos primos junto a las que
parecían ser mis tías traían lo que faltaba de la comida antes de sentarnos
todos y dar las gracias para comer, a
partir de allí todo eran las típicas conversaciones familiares que se hacían en
la mesa durante la comida, pero por ser primera vez que les veía todo resulto
girar en torno a mí, que estudiaba, a que me dedicaba, que pensaba hacer en el
futuro, mis aspiraciones, todo lo que les ayudara a conocerme mejor. Por mi
parte les pregunte sobre las demás secciones de la casa a las cuales no se
tenía acceso, llegue a pensar que cometí un error al preguntarlo debido que
todos se quedaron callados observándome.
-¿acaso dije algo malo?- le
pregunte a mi madre aunque cuando me fue a responder uno de los más viejos la
detuvo con un gesto de su mano
-Mond no te molestes… chico
hay cosas que por tu edad no comprenderás pero a pesar que eres familia nos
hemos tomado la molestia de evitarte el acceso a ciertas áreas de la casa
debido que no te conocemos y aunque confiamos en las enseñanzas de tu madre,
eso no evitara que se apliquen las reglas que hemos tenido durante tanto
tiempo, de a poco podrás acceder al resto de la casa- dicho esto termino de
comer y se retiró de la mesa -si me necesitan ya saben dónde estaré-
*genial mi familia desconfía
de mi*
Al terminar de comer mi tío
me indico en la habitación donde me quedaría al igual que mi madre, así que
mientras ella ayudaba a limpiar todo en la cocina yo me encargaría de bajar las
maletas llevándolas a nuestra habitación y acomodar nuestra ropa en sus
respectivos lugares. Al terminar me acosté en mi cama luego de sacudirla la
cual estaba algo dura como si no se hubiera usado en algún tiempo pero nada que
no pudiera solucionarse luego.
-¿entonces nadie confía en
mi a pesar de que soy de la familia? Si en verdad confiaran en tus enseñanzas
sabrían que yo no me robaría nada-
-no es eso cielo, ya mañana
comprenderás por qué-
Tarde un poco para conciliar
el sueño hasta que sin darme cuenta me encontraba en los brazos de Morfeo.
En la mañana muy temprano mi
tío fue hasta nuestra habitación para despertarme, y al fijarme en el reloj
eran las 4:38 de la madrugada además que mi madre parecía haber despertado
hacía rato ya que su cama estaba arreglada.
-tío… son las 4 y media…-
-es mejor acechar a las
presas antes de que salga el sol y puedan vernos, además así te acostumbraras
rápido a los climas fríos de aquí- dicho esto salió de la habitación.
Me levante somnoliento con
medio cerebro aun dormido intentando vestirme con la ropa más abrigada que tenía,
baje a la cocina luego de cepillarme viendo como mi madre preparaba algo de
café y hablaba con mi tío.
-¿segura que deseas que sea
así, crees que está listo?-
-si no fuera así no te lo estaría pidiendo, ni siquiera habría venido-
-si no fuera así no te lo estaría pidiendo, ni siquiera habría venido-
Ambos se quedaron callados
al verme llegar y cambiaron el tema de conversación, entre a la cocina
sirviéndome algo de café antes de sentarme en la mesa observándoles.
-¿qué era lo que estaban
hablando?-
-nada cariño, cosas de caza
y de si estabas listo para aprender de ella. Además ya guarde el desayuno en el
bolso para comerlo en el camino, así que será mejor partir que aún es temprano-
dicho esto mi madre termino con su taza de café y se retiró a encender la
camioneta.
-es mejor que te apures para
que partamos-
Dice mi tío retirándose
junto a mi madre y terminando su café mientras yo me quedaba por unos segundos
contemplando el vapor que salía del mío, me lo terminaba antes de dejar la tasa
en el fregadero y salir de la casa montándome en la camioneta para así arrancar
e ir a donde mi tío decía que cazaríamos hoy.
Anduvimos por un camino de tierra como por una hora hasta que nos
detuvimos en la parte superior de una colina para caminar el resto del camino
bajando bajando por la misma en dirección al rio que pasaba entre 2 montañas
que quedaban a kilómetro y medio que sería donde cazaríamos y que al parecer
los alces frecuentaban ese lugar para tomar agua. El trayecto era un poco
difícil debido a que cada uno de nuestros pasos se hundía unos 30cm mas o menos en el frio manto blanco
que cubría toda la montaña, mi madre y mi tío seguían hablando mientras yo los seguía un poco más atrás
pensando en cuanto podría ganar con mi primera cacería, aunque las dudas no
tardaron en hacerse presente como *“¿me saldrá todo bien?” “¿aprenderé rápido
como usar un arma?” “¿Cómo rayos vamos a trasportar un alce por kilómetro y
medio hasta la camioneta por una montaña donde nos cuesta caminar de por sí
solo con nuestras cosas más importantes?”* Esas 3 preguntas no paraban de
rondarme en la cabeza durante gran parte de la caminata hasta que el sonido de
un aullido a lo lejos me saco de mis pensamientos y que mirara a mi alrededor
en busca de donde podría venir.
-relájate que están muy
lejos- menciono mi tío al ver mi reacción ante el aullido, mi madre por otro
lado se podía ver como se contenía de reírse en mi cara.
-sé que quieres reírte se te
nota en la cara- mencione al observarle antes de que dejara salir su carcajada.
-jajajajaja perdón cariño es
que tu reacción no me la esperaba jajajajaja-
Después de que ella parara
de reírse continuamos con nuestra caminata por unos 15 minutos más hasta llegar
donde mi tío dijo que pondríamos un pequeño campamento en el caso que nos
agarrara la noche.
Luego de que el campamento
fuera armado colocándose alambres con latas u otros objetos metálicos alrededor de las carpas para que sirvieran de
alerta si algo les tocaba y así estar prevenido en caso de que un oso, lobos o
incluso los mismos alces se acercaran hasta nuestra posición
Bien ya todo está listo
–dijo mi tío luego de quitar la nieve en un radio de unos 4 metros de donde
colocaría la fogata para que las carpas no tuvieran problemas con la nieve
debajo de estas -armemos el campamento para prevenir que debamos hacerlo ya
entrada la noche– este sacaba las carpas 2 carpas de los bolsos para
extenderlas y comenzar a meter las varillas por los canales correspondientes.
No sabría con exactitud
cuánto tiempo tardamos en preparar por completo el campamento, pero por la
posición del sol parecía que era como el medio día o 1 de la tarde, era extraño
estar en un ambiente donde el sol estaba en pleno apogeo de su calor y aun así
debía abrigarme para no pasar frio. Ya a esa hora teníamos colocados unos
alambres para establecer un perímetro en el caso que algún animal se nos
acercara, así estos harían ruido por todas las cosas que tenían atadas, el día
estuvo algo aburrido después de eso ya que nos sentamos a esperar entre unos
arbustos a la espera de alguna posible presa que se acercara a beber agua pero
ninguna aparecía, mi tío al ver mi aburrimiento descargo el rifle y me empezó a
dar indicaciones de cómo usarlo y en qué momento disparar, posición, ritmo de
respiración y el cómo apuntar, jale del gatillo un par de veces practicando
cuando me dijo unas palabras que me dejaron pensativo por el resto del día
“nunca dispares o coloques el dedo en el gatillo si no estás seguro de quitar
una vida, ya que por muy insignificante que parezca, esta cumple una importante
función en su ecosistema”
Al llegar la noche y sin
haber logrado cazar nos regresamos al campamento para preparar la cena, que
como en todo lo que iba de viaje, estaba mayormente constituido por carne.
-sé que lo pregunte ayer en
la cabaña pero me sigo preguntando por qué todo lo que comemos es más que nada
carne, no es que no me guste pero es que nuca había conocido a alguien que
comiera así- mi tío se me había quedado observando después de escuchar mi
pregunta, a la cual término “respondiendo” de una manera no muy satisfactoria
para mí.
-sé que hay muchas cosas que
son extrañas para ti ahora, cosas que no entiendes, dudas que no salen de tu
mente desde el momento que salieron de su casa, pero para hallar todas esas
respuestas que buscas es necesario que tengas paciencia, ya que estas llegaran
cuando deban llegar y estés preparado, el apresurarlas solo atraerá más dudas y
en los peores casos problemas que tal vez no podrás lidiar y todo por querer
morder más de lo que podrás masticar cachorro-
Luego de cenar nos quedamos
un rato sentados frente a la fogata antes de irnos a descansar, pero yo solo
daba vueltas dentro del saco de dormir, ya fastidiado me levante y Salí de la
carpa para sentarme en una roca que estaba a varios metros del campamento solo
para observar la luna y las estrellas, este lugar totalmente alejado de la
contaminación lumínica hacia parecer como si el cielo estuviera en alguna
especie de evento de gala muy importante, donde las estrellas al titilar
pareciera como si danzaran entre sí, siendo la luna la protagonista de la noche
–¿es hermosa cierto?- escuche a mis espaldas antes de voltear y ver a mi tío
recostado de un árbol mientras me observaba –si lo es- le respondí al volver a
mirar hacia arriba –sabes… yo a tu edad solía hacer mucho esto todas las noches
y más aún cuando era luna llena, salía de la casa y me quedaba horas
observándola, como si sintiera que deseara decirme algo y yo necesitara
escucharlo- este se sentó a mi lado mirando la luna.
-Es muy raro todo lo que ha
pasado hasta ahora, el viaje, mis últimos días en el liceo, el que comamos más
que nada carne, pero lo que más me intriga es el hecho del que parece ser mi
abuelo no confía en mi a pesar de que dice confiar en lo que mi madre me ha
enseñado-
-no es que no confié en ti,
como te dije hace un par de horas “el apresurarlas solo atraerá más dudas y en
los peores casos problemas que tal vez no podrás lidiar y todo por querer
morder más de lo que podrás masticar” no te preocupes que todo cobrara sentido
a su tiempo cachorro- menciono riendo al final como si algo le resultara
gracioso.
-si tú lo dices…- mencione
antes de llevarme una de mis manos a tapar unos de mis oídos.
-¿qué tienes?- pregunto al
verme con curiosidad.
-no es nada, es solo que desde
hace 2 años para acá he tenido una especie de pitido en los oídos, pero había
disminuido con el tiempo mi madre y yo pensamos que no era nada grave además
que el medico dijo que no tenía nada, así que no le tomamos más importancia,
pero parece que está volviendo- aparte mi mano de mi oreja antes de subir mis
pies a la roca y abrazar mis piernas mientras recostaba mi cabeza de mis
rodillas.
-tranquilo es algo normal,
creo que es algo de familia ya que Mond también lo tenía de joven, a mí no me
duro tanto como a ti solo un par de meses y así varia con cada uno de los
miembros de la familia, no te preocupes que en algún momento se te quitara,
pero ahora debemos descansar por lo que no quiero que te acuestes tan tarde ya
que mañana necesitaras mucha energía- este se levantó y camino de nuevo a su
carpa, yo por otro lado me quede allí viendo al cielo contemplando la belleza
de este por un rato más hasta que el mismo pitido después de haberse puesto
intenso seso de repente, así que me fui a acostar a quien sabe qué hora, seguro
no me querría parar al amanecer.
Sentía movimientos afuera de mi carpa, me asome fuera de esta
viendo a mi tío afeitándose la barba con el pelo mojado y mi madre preparando
el desayuno.
-buenos días- mencione al
salir de la carpa para agarrar agua del embace que teníamos en el campamento
para cepillarme los dientes mientras mis familiares me respondían –buenos días
cachorro, no te acostarte tan tarde me imagino- mi madre solo rio un poco antes
de servir los platos y sentarse a comer con nosotros, esta vez la comida era
solo carne sin nada más.
–Pensé que comeríamos pan o
algún desayuno un poco más variado que esto-
-solo come que ya se hace
tarde para seguir con tus lecciones de caza- menciono mi tío con seriedad
mientras mi madre comía sin decir nada
-ok…- comencé a comer
extrañado aunque a la vez comprendiendo parte de su actitud hasta que el pitido
volvía a mis oídos sumado al olor de perro mojado lo que me hiso mirar a mi
alrededor
-Filius sucede algo?-
pregunto mi madre –huele a perro mojado pero no hay ninguno por lo que veo- mi
tío y mi madre se quedaron viendo fijamente por lo que me quede allí sin
entender lo que sucedía –que? Dije algo malo?- ellos dejaron de mirarse y
siguieron comiendo –no, no pasa nada- dijo mi madre antes de tomar un bocado de
la comida.
Cuando estuvimos listos nos
dirigimos al mismo lugar que el día anterior a la espera de la manada de alces,
para este momento el olor de perro mojado se había disipado pero aún seguía el
pitido, mi tío descargo el arma para seguirme indicando el cómo usarla y me
dijo que al volver a la casa me enseñaría a limpiarlas, así pasamos casi todo
el día hasta que escuchamos ruido a lo lejos, la manada avanzaba con cautela a
la orilla del rio, atenta a cualquier movimiento o ruido a su alrededor que les
pudiera indicar la presencia de depredadores.
-bien, es hora de que pongas
en práctica todo lo que te enseñe- menciono al cargar el arma antes de entregármela –solo tendrás un solo
intento así que aprovéchalo y dispárale a aquel que está herido de una de sus
patas, que sea rápido e indoloro para que no sufra- tomo los binoculares para
ver hacia el alce indicado –porque debemos dispararle a ese si hay otros que
podrían hacernos ganar más por su carne?-
el solo me miro suspirando –ese ya tiene fijada la fecha de su muerte y
es parte de la vida, el más débil siempre morirá y el más apto sobrevivirá,
deberías de saberlo, así que en vez de perjudicar a la naturaleza por un poco
de dinero le ayudamos en su rumbo a cambio de algo de dinero, además que así no
muere en un lugar donde se desperdicie su potencial- dicho esto volvió su
mirada hacia el alce al que debía matar –dispara- sin más objeciones apunte y
jale del gatillo, el tiempo parecía detenerse al punto que parecía eterno el
proceso en que el gatillo accionaba el martillo para que este impactara contra
el fulminante, mientras todo esto sucedía yo no paraba de imaginarme el cómo
podía esto beneficiar a la naturaleza y la vida que tal vez haya llevado aquel
animal, al darme cuenta ya la bala había salido del cañón del rifle haciendo su
sonido característico antes de impactar contra el cuello de mi objetivo haciendo
que todos los demás corran despavoridos mientras este caía al suelo
desangrándose –bueno, al menos será rápida la muerte- menciono mi tío antes de
levantarse y caminar hacia el animal que aun pataleaba en el suelo mientras se
ahogaba con su sangre –ven para que veas tu trabajo- me levante llevando el
rifle en una de mis manos al ir donde se
encontraba mi tío –bien… y ahora qué?- pregunte devolviéndole el arma –pues
deberás ayudarme a arrastrarlo hasta la camioneta- mi tío caminaba alrededor
del animal como si nada –arrastrarlo? El kilómetro y medio y el animal pesa
casi 1 tonelada como rayos lo vamos a llevar?- cuando mi tio me fue a responder
escuchamos unos gruñidos cercanos y al voltearnos habían unos lobos que estaban
caminando a nuestros alrededores en un
intento de rodearnos.
-corre-
-pero tío y tu!?-
-que corras dije!!- exclamo
al disparar el arma al cielo para que la manada retrocediera un poco y así
darme la oportunidad de correr.
Cuando lleve varios metros
de recorrido mire hacia atrás viendo a mi tío apuntando a los lobos mientras
era rodeado, al llegar donde mi madre esta me tomo del brazo y empezó a correr
conmigo lo cual me dejo sorprendido –q-que haces!? Debemos ayudar a mi tío, nos
necesita!- exclame parándome en seco –Filius! Es toda una manada, tu tío sabrá
que hacer tu solo corre- en eso se escucharon 2 disparos y varios gritos de
cierto modo desgarradores por lo doloroso que parecían –en todo caso que no
salga de esta al menos estará conforme con que te logro salvar- ante esas
palabras no me quedo más nada que hacer sino correr lo más rápido que mis
piernas me lo permitían, no paso mucho tiempo antes de que escucháramos
gruñidos detrás de nosotros sumado al sonido de la nieve siendo pisada, mire
hacia atrás y los lobos tenían parte del pelaje lleno de sangre, mi madre tomo
un palo que había tirado en el suelo y se volteo para confrontar a los lobos
–sigue y no mires atrás y recuerda que te amo- yo me quería detener pero la
mirada que mi madre me había lanzado en ese momento me rogaba que no me
detuviera, por lo que corrí como si no existiera un mañana, no se cuanta
distancia había cubierto pero ya podía ver la camioneta a lo lejos, solo podía
escuchar el sonido de mi respiración y lo agitado de mi corazón como si de un
tambor se tratase, el resto del mundo parecía haberse quedado mudo, ya que no
escuchaba nada, ni siquiera cuando los lobos corrían a la par conmigo buscando rodearme, en ese
momento solo pensaba que hasta aquí había llegado, todo el viaje para terminar
devorado por animales salvajes, pero lo que si no pasaría es que muera sin
luchar primero, por lo que me giré para hacerle frente a la manada y así morir
con dignidad mientras esta me rodeaba, el pitido era cada vez más intenso con
cada uno de mis latidos, la piel me picaba y de repente sentía unos aromas
familiares, pero asocie todo por la adrenalina del momento hasta el momento de
escuchar a mi madre hablar a mis espaldas, me gire esperanzado pero solo me
encontré con un lobo que me miraba fijamente –hijo estas bien?- le escuche
decir por lo que al borde de la locura solo termine por reírme de mi mismo
mientras llevaba una de mis manos a mi cara –así que moriré mientras mi mente
me hace escuchar la voz de mi madre de uno de ellos, eso sí es una manera de
morir algo peculiar- en eso vi como uno de los lobos se paraba al lado del
primero con la voz de mi tío –Mond ya es el momento, es ahora o nunca- yo solo
me puse en guardia sin apartar mi mirada mientras estaba al borde del colapso,
sentía que estaba a punto de desmayarme cuando uno de los lobos salta hacia mi
mordiendo mi brazo al caer al suelo antes de apartarse, yo por otro lado me
retorcía del dolor en la nieve a la vez que era observado por todos ellos, la
picazón de mi piel se había vuelto tal que rayaba en el dolor al igual que el
pitido de mis oídos hacían parecer que mi cabeza iba a estallar, entre gritos
desgarradores que de a poco se transformaron en chillidos y gimoteos mientras
escuchaba voces a mi alrededor, allí fue cuando todo se tornó negro por haberme
quedado inconsciente o eso parecía ya que aún escuchaba todo lo que pasaba a mi
alrededor –te pasaste con eso ultimo- escuche decir a mi madre que parecía
estar lejana –era eso o que se desmayara, al menos logramos llevarlo al límite
para conseguir lo que queríamos- de a poco fui recobrando la visión sintiendo
como una nariz fría me olfateaba el cuerpo, mi respiración aún se encontraba
agitada, que al ver que seguía rodeado me intente parar para correr pero solo
me termine cayendo al suelo en el mismo instante que me levante sin entender
que sucedía.
–ya ya ya tesoro no te
esfuerces, relájate e intenta acostumbrarte a lo que eres ahora-
-genial aún sigo escuchando
como si pudieran hablarme, porque no me matan y ya…- mencione al intentar
llevar de nuevo mi mano a mi cara mientras estaba tirado en el suelo pero
terminaba sintiendo una pata en mi rostro –pero qué diablos!?- exclame antes de
escuchar un gruñido –que te he dicho de esas expresiones! Grrr-
-relájate Mond, yo me
encargo- menciono antes de sentarse frente a mi aquel lobo con una cicatriz en
el ojo izquierdo –bien cachorro, ya tendrás algunas de las respuestas que
deseabas así que dispara-
-que sucede? Acaso esto es
un sueño o ya me morí? Sabía que no debía acostarme tan tarde como mi tío me
dijo…-
-Mond le morderé de nuevo si
sigue… en fin, hey cachorro relájate y escucha bien lo que te voy a decir “tú
no eres humano” así que presta atención
que te enseñare como será tu nueva vida a partir de ahora, ya quedara de tu
parte si aceptarlo o no cuando decidamos que estés preparado- dicho esto se levantó
y se fue caminando –vamos nos espera el alce que dejamos a orillas del rio-
-lamento que haya tenido que
ser de este modo aunque fue un poco divertido de cierta manera- miraba como
aquella loba se echaba a mi lado
–no comprendo lo que
sucede…-
-pronto lo harás, primero
deberás pararte ya que te quedaras solo aquí si no lo haces-
-me siento muy cansado y me
duele demasiado el cuerpo…-
-lo sé, la primera vez es
dolorosa pero te acostumbras con el tiempo y ya no sentirás dolor, así que
vamos arriba!- exclamo mientras se levantaba para empujarme con su cabeza.
-seguramente despertare en
un momento contigo o mi tío reclamándome por haberme quedado dormido…-
Mi madre dio un suspiro
antes de darle una leve mordida a mi cola haciéndome chillar del dolor.
-¡oye, No hagas eso! grrr-
gruñía un poco al levantar la cabeza pero ella solo terminaba colocando su pata
en mi hocico –a mí no me gruñas, además eso se sintió lo suficientemente real
verdad? Ahora levántate que los demás te esperan- está de nuevo empezó a
empujarme con su cabeza ayudándome a levantarme con mucha dificultad, al estar
de pie me tambalee un poco mareado por lo que me tuve que sentar para mantener
el equilibrio mirando a mi alrededor -tengo ganas de vomitar… ugh!– dejaba que
mi desayuno siguiera su camino hacia el exterior cayendo en la nieve justo frente a mis patas
delanteras.
–creo que darte carne en el
desayuno no fue tan buena idea, ya te sientes mejor?-
Asentía como podía mientras
ella empezaba a caminar –bien, vayamos con los demás-
Camine intentando seguirle
como podía, tambaleándome un par de veces en el camino debido a que todo me
daba vueltas, mire hacia el suelo contemplando el monótono color blanco de la
nieve en un intento de dejar de sentirme mareado, de a poco me fui sintiendo
mejor pero me quedaba callado, pensativo e inmerso en mi propio mundo, solo
seguía a mi madre sin saber a dónde me llevaría esta vez. Al darme cuenta
estaba rodeado por toda la manada de nuevo, esta me observaba con detenimiento
y el que parecía ser mi tío se encontraba sentado a orillas del rio cerca de
una gran mancha de sangre.
-ve con el- menciono mi
madre antes de pararse detrás de mí y empujarme suavemente con su cabeza para
que avanzara
-Ok ok- avance sentándome
detrás aun lado del charco de sangre –que paso con el alce?-
-ya los demás se lo llevaron
al cubil no te preocupes- este solo se quedaba observando a la nada como si se
perdiera en el horizonte -ven quiero que te veas en el agua del rio-
Me acerque a la orilla
lentamente hasta ver mi reflejo en el agua, no podía creer lo que veía, ese era
mi reflejo pero mi mente aún no lo aceptaba.
-que es lo que ves?-
pregunto al llevar su mirada hacia mí y mi reflejo
-u-un lobo…- respondí con
desdén y algo de duda
-eso es todo? Bueno hasta
aquí se responderán tus dudas por hoy, ahora vamos el almuerzo nos espera-
dicho esto se levantó alejándose de mi junto al resto de la manada, yo por otro
lado solo me quedaba allí viendo mi reflejo suspirando un poco –hay algo más…- mi
tío se detuvo al voltear a mirarme –que dijiste?- toda la manada se detuvo de
golpe para observarnos a ambos –dije, que si hay algo más- mi tío se acercaba
lentamente a mi esperando cualquier reacción de mi parte mientras yo me
levantaba gruñendo un poco –cómo… cómo es posible que nunca me dijeran sobre esto!
Grrr- enseñaba mis colmillos intentando ignorar el dolor mientras este se
quedaba allí parado observándome –no creo que quieras hacer lo que está pasando
por tu mente, te recomiendo que respires hondo y te relajes- mi madre solo se
sentaba junto a la manada observando la situación sin decir nada, yo por otro
lado me aleje de la orilla del rio sin dejar de gruñir.
Podía comprender que un
secreto así al ocultarse me molestara, ya que esto cambia abruptamente mi vida,
es como si no me conociera a mí mismo, que viví en una mentira y eso me
enojaba, pero sentir una sensación de rabia donde solo quería clavarle mis
colmillos a algo era comparable o tal vez un poco más de cuando me pelee en el
liceo antes de graduarme, situación que creo que motivo a mi madre a hacer este
viaje.
Sin decir nada más, al
momento que me encontré lo suficientemente cerca salte hacia mi tío en un
intento por morderle, este salto hacia atrás esquivándome, de un momento a otro
el ambiente se volvió conflictivo y de alta tensión, todos observaban con
atención como con cada uno de mis ataques mi tío los esquivaba con facilidad,
nadie intervenía, nadie decía nada, solo se escuchaban mis gruñidos llenos de
rabia junto a los de él, nos encontramos en ese espectáculo por 1 o 2 minutos
antes de que este me esquivara y me tomara del lomo con su hocico arrojándome
así al suelo colocando una de sus patas en mi cuello para evitar que me
levantara, a la vez que acercaba su hocico a mi cara gruñendo de manera algo
dominante, yo solo me limite a chillar del dolor provocado, que se había sumado
al otro, el cual había olvidado por las emociones y calor del momento.
-grrr te dije que no lo
hicieras… ahora contrólate y deja de
escuchar a ese instinto al que has aprendido y estas tan acostumbrado y escucha
aquel que realmente te pertenece…- dicho esto dejo de enseñarme los colmillos y
se apartó de mí y así alejarse con los demás.
Mi madre se acercó lamiendo
mis orejas un poco antes de empujarme con su cabeza para que me levantara
–vamos arriba que debemos seguir a los demás-
-para que… ahora el dolor es
peor…- mencione sin moverme mientras le miraba con las orejas abajo –porque
solo te quedaste mirando sin decir nada, sin ayudarme…-
Esta solo suspiro un poco al
subir la mirada hacia la manada que se alejaba –tú lo desafiaste, al ser tu
pelea nadie en la manada puede intervenir, él te lo advirtió pero no lo
escuchaste-
-no es mi culpa, es solo
que…- no había terminado de hablar cuando mi madre me coloco su pata en mi
hocico –lo sé, pero dejare que sea tu tío quien te explique la razón de ello.
Bien, ahora arriba- -dicho esto me ayudo a levantarme y caminar en dirección a
donde se habían ido los demás.
Pasaron los minutos y yo no
dejaba de pensar en que tan lejos deberíamos caminar para poderme recostar y
así descansar, el dolor fue mermando a cada minuto gracias al encontrarme
apoyado levemente en mi madre al caminar.
Después de lo que parecieron
30 min nos encontramos en unas formaciones rocosas con lobos a nuestro
alrededor mirándome fijamente, en la nieve se podría ver que algo había sido arrastrado
al interior de estas. Al entrar mi madre se separó de mí, en el centro se
encontraba la presa con todos alrededor
formando una especie de circulo, todos tenían sus miradas fijas en mí,
mi madre se apartó de mi junto con los lobos que nos encontramos en la entrada
para unirse al resto.
-qué esperas? Acércate para
que toda la manada pueda verte de una vez por todas- la voz de mi tío era
seria, yo solo esperaba que no estuviera enojado por lo anterior, así que me
acerque con cautela hasta que note que tenía la cola entre las patas y creo que
podía sentir mis orejas abajo, al llegar frente a él y la presa solo me le
quede mirando sin saber que decir.
-primera regla de la manada,
el alfa es el primero en comer de cualquier presa atrapada- mi tío se
encontraba con su hocico lleno de sangre y la presa se veía que le faltaba una
pequeña parte de donde él se estaba alimentando – pero tú la cazaste por lo que
serás el segundo en comer junto a mí- dicho esto volvió a agachar su cabeza
para proseguir con su comida, yo solo me quede allí mirando sin saber qué
hacer, ósea era obvio que debía comer pero nunca había comido de este modo,
tenía hambre pero en cierto modo me daba algo de asco –que esperas? Comerás o
no…- pregunto al verme antes de arrancar un trozo de carne.
–no sé si pueda comer así-
-deberás hacerlo si quieres
mantenerte en forma para lo que seguirá-
Acerque lentamente mi hocico
pero su olor me hiso retirarme un par de pasos hacia atrás.
-si así deseas, bien- este
aulló y de inmediato toda la manada fueron de inmediato comenzando a devorar al
alce, yo solo fui a lo que parecía un agujero y me refugie en este cayendo
derrotado por el cansancio tanto mental como físico, aunque no sabía el por qué
si no me había esforzado el día de hoy, al momento en que mis ojos se cerraron
no supe más nada de mi alrededor, solo que todo se desvaneció tornándose
completamente negro.
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