Amanece en la cuidad de (…), una gata de pelaje gris con blanco despertaba de su placido sueño y como era su costumbre se levanta para bañarse para ponerse a trabajar en la posada Cuality, en donde ella residía.  El lugar no era de su agrado y la paga no  era la gran cosa, pero con ello la chica se lograba mantener y quizás pronto la joven se iría de ahí para buscar a su ex novio, pero por lo pronto solo le tocaba estar allí por un tiempo más.

 

Al terminar su baño, la chica se secó su pelaje, se puso la primera ropa interior que consiguió y luego se vistió con el uniforme de lugar para finalmente abrirlo al público, cuando abrió un montón de gente entro por la puerta para poder registrase en aquel lugar.  Al instante la joven sabía que aquel  verano seria insufrible, por lo cual inmediatamente se dirige al mostrador para atender a todos los clientes, ahí con la sonrisa más falsa del mundo proclama con en voz alta: BIENVENIDOS A LA POSADA BRISA MARINA, SOY SU AFRITIONA AMANDA SMILE, POR FAVOR HAGAN UNA FILA PARA PODER ANTENDERLOS.

 

De forma instantánea todos se acomodaron en una fila que lograba llegar hasta la calle, lo cual le hizo entender a la pobre que estaría todo el día ocupada y antes de que cualquier bobo se pusiera a coquetear con ella en su recibidor, al instante saco un letrero en cual estaba escrito una advertencia la cual decía claramente: “No coquetear con la administradora”.  Algunos machos en la fila se desilusionaron, ya que quería poder coquetear con la joven, pero ni modo tenía que seguir las reglas.

Al pasar el tiempo los clientes fueron atendido y Amanda solo observaba su teléfono, la felina aún conserva algunas fotos de su ex, ella y él se habían prometido estar junto durante todo el tiempo que estuvieron en la universidad, pero luego de terminarla cada uno tuvo que separarse por camino diferentes, aunque acodaron estar en comunicación constante, no pudieron acordar nunca un recuento


—Historia descartada—