Solo trato de estar con mi novio parte 2 (fanfic de Daisy y Luigi)

Peach abre la puerta de un closet y en este se pudo ver una gran variedad de vestido y pelucas que aquella fémina tenía y justo ese instante esta dice: ¡Admirar mi colección! Daisy no podía creer la cantidad de pelucas que tenía a su prima y sin contar la cantidad de vestido que para ella era demasiado atrevidos, pero conociendo a su prima todo era posible y ahí ella pregunta: ¿Usas todas estas pelucas?

–Sí, —contesto— no solo utilizo las pelucas y los vestidos, también utilizo lentes de contacto que cambien el color de mis ojos para lograr escapar de los ojos de los paparazis – término de contesto.

–Eso es ingenioso —profeso Daisy— demasiado incluso para ti – concluyo esta.

–Créeme yo también pase por el mismo problema que tu tenías, pero una vez probé este sistema mi problema desaparecieron – informo y comento Peach.

– ¿Entonces por donde quieres comenzar? – pregunto Daisy.

– ¡Espera un momento esto necesita música de peluquería! – comento Peach agarrando el control de un equipo de sonido e inmediatamente puso a reproducir la canción Pump up the Jam de Technotronic. La castaña no quiso preguntar y solo se dejó llevar por la locura de su prima, primero fuero por una peluca roja corta, pero al ponérsela Daisy no se sintió cómoda con ella y dijo en voz alta: PASO. Peach busco otra peluca un poco más larga, pero del mismo color, pero aun así la castaña dijo: PASO.

–Me lo estás haciendo difícil – proclamo Peach agarrando la peluca roja y buscando otra.

La rubia saco una peluca de su mismo color de cabello y se la puso a Daisy y allí esta dijo: Es en serio, me parezco a ti.

–Tampoco seas tan grosera – expreso Peach.

–Paso – indico la castaña un poco molesta.

–Está bien —contesto— voy por otra – indico la rubia.

Peach era una experta en moda, pero encontrar un color de cabello que le gustara a su prima iba a ser difícil, así que se puso a probar todos los tipos de pelucas que esta tenía en su poder, algunas eran verde, azules o rosada hasta incluso naranja, pero ninguna de ellas le gusto; al llegar a una de color y fue la que más le llamo la atención a la castaña, y en ese momento Daisy dijo: Esta, esta me gusta.

– ¡Por fin! – proclamo Peach.

– ¡OYE! Tampoco tengo la culpa que tengas un monto de pelucas que sean tan llamativas –

–No culpes mis pelucas – expreso la rubia.

–Bueno ya me quedo con esta – puntualizo Daisy.

–Ok, entonces es momento de elegir el vestido – contesto e informo Peach quien había presionado un botón para ir mostrando los vestidos que tenía.

Había tantos vestidos que escoger que Daisy dijo: Prima necesitas ayuda. ¿Cómo piensa que me pongas todo esto en una noche?

–No te lo pondrás, te lo expondrán – respondió Peach.

– ¡Oh no Peach, si crees que me voy a desnudar aquí, ni lo piense! –

– ¡Quien dijo algo de desnudarse! —Expreso ella indignada— yo lo decía por esta máquina —enfatizo Peach— con ella podrás ponerte todos los vestidos en menos de veinte minutos – informo.

– ¡¿veinte minutos?! – cuestiono Daisy confundida.

–Sí, veinte minutos – contesto Peach; – ¡Te enseño! – expreso está poniendo a su prima delante de la máquina, la cual se enciende para escanéala y posteriormente mostrarle unos de los tantos vestidos que tenía Peach y cuando Daisy se vio en espejo que poseía la máquina, se maravilló con lo que veía pero a la final no le gusto y dijo: ¡SIGUIENTE!

Peach obedeció la orden de Daisy y paso al otro, pero al igual que las pelucas, la rubia iba pasando la variedad de vestido que tenía en su closet y uno por uno fueron descartados, hasta que por fin llegaron al indicado, un vestido descotado de color naranja con una apertura en forma de v en la pierna izquierda y allí encantada dijo: Este… ME GUSTA.

–Por fin prima, pensé que nunca te ibas a decidir, ahora que ya tienes las pelucas y los vestidos. Es hora de llamar a Luigi para tener una cita, pero dile que le tienes una sorpresa – expreso Peach.

– ¿Y luego que haremos? – pregunto Daisy.

–Maquillaje y el lente de contacto – contesto la rubia.

–Para que pregunte – agrego Daisy.

Eran la ochos de la noche en la casa Segaly, Mario veía la televisión pacíficamente, su hermano por otra parte navegaba por internet viendo algunos videos de You Tube, algunos de esos videos se trataban de la realeza de su mundo y a veces le aterraba la idea de ser novio de una princesa, pero no había vuelta atrás. En su escritorio había un montón de objeto que le había regalado Daisy por cada cumpleaños, pero no solo habían objeto regalados por su novia sino que también habían fotos de ellos celebrando sus aniversario de novios, pero había una duda que rodaba en la mente de Luigi que no lo dejaba dormir y esa duda lo carcomía por dentro y era saber si él iba poder esta con su novia.

Una melodía italiana lo saco de su pensamiento y este sabía que se trataba de Daisy, este sin mucho apuro contesta la llamada: Hola florecita.

–Hola Sweety, ¿Cómo te va? – contesto y pregunto la chica.

–De maravilla, me gusta que me dejen plantado – respondió este algo sarcástico.

–Entiendo que este molesto, pero te pido que comprendas que fue algo que se me escapaba de las manos –

–Lo se florecita —contesto con pesadez— ¡pero ya es la quinta vez ven en la semana que me dejas plantado! – informo.

– ¡Oye tranquilo! Te lo compasare –

– ¿Cómo?–

–Peach me consiguió unas reservaciones en un restaurant súper caro y supe fino –

– ¡Genial tendré que usar corbata! – exclamo Luigi algo indignado.

–Pero ve el lado positivo, veras a tu novia —puntualizo esta— y a lo mejor tenga una sorpresa – agrego.

–Se oye interesante – menciono Luigi pensativo.

–Recuerda una cosa tu siempre será mi Swetty —comento— te veo a la ocho en restaurant dolle benne – informo Daisy e inmediatamente colgó el teléfono.

Luigi quedo confundido, pero trato de no darle mucha vuelta y siguió viendo sus videos de internet.

…CONTINUARA

Pues hasta aquí llega le segunda parte de esta historia, tratare de sacar la tercera antes de que termine el mes de enero, recuerden que estamos en marco Enero de videojuego… (¡Enero ya va terminado!) Si lo sé por ello pausare esta serie para continuar con la necesidades de este enero.

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