Mientras tanto en la cuidad de Zootopia en un abanado bodego, algunos animales preparan un cargamento ilegal de armas para poderla extraer de aquella cuidad, mientras que un viejo oso polar supervisaba todo el procedimiento y allí con su acento francés dice: ¡Debería ir más rápido!

–Hacemos lo que podemos don Piolar – contesto un jaguar.

– ¡Tonto! – Exclamo Piolar dándole una cachetada; –Tenemos poco tiempo y tú me responde con esa niñería debes agilizar el proceso – proclamo Piolar muy enojado.

–Por favor don Piolar tenga consideración con mi trabajadores, hacemos lo que podemos – respondió el jaguar.

–Señor Bigotón tu puede hacer que esto se mueva más rápido – aseguro Piolar.

Allí un ayúdate de Bigotón interrumpe la conversación y exclama: ¡La policía viene en camino!

Allí Piolar se enoja y vuelve a golpear a Bigotón e inmediatamente dice: Espero que este feliz. Rápidamente saca su arma de fuego y le dispara en la pierna y en ese momento dijo: Que te sirva de recordatorio de que no quiero inútiles estorbando.

– ¡Si!... Me quedo claro señor Piolar – respondió Bigotón.

– ¡Y tu diles a tu trabajadores que es hora de plan B! – expreso Piolar.

–SI MI SEÑOR PIOLAR PUEDO HACER ESO – afirmo el lobo.

– ¡Ahora largo de aquí! – puntualizo Piolar.

–Si señor – contestan ambos hombre.
El lobo ayudo a su jefe a salir de la oficina de Piolar y ya afuera grita: ¡ACTIVEN EL PLAN B! Allí todos los trabajadores llevaron la caja de armas a un sótano en donde había un mini tren esperando por la carga. Aquellos trabajadores hacían aquella labor con prisa y en menos de tres minutos ya todo estaba cargado, allí baja Piolar acompañado de un puñado de empleados y aquel oso polar inmediatamente habla con el conductor y dijo: ¡Dirigirte a la calle Stan Lee!

–Si señor Piolar – contesto el chofer.

Por su parte Nick y Judy llegan a bodegón y no encuentra nada y allí Nick exclama: ¡Me lleva!

– ¿Pero cómo lo supieron? – pregunto Judy extrañada.

– ¡Hay un soplón en Nueva Jersey! – contesto Nick muy molesto.

–Deberíamos revisar a ver si encontramos alguna pista – pondero Judy.

– ¡Buena idea Zanahorias! – exclamo Nick.

Ambos agentes de la ley se separan para comenzar a revisar aquel bodegón vacío. Aquel lugar parecía que hubiese pasado un huracán dejando a su paso solo destrucción, aquella escena dejaba al zorro nervioso mientras mentalmente decía: Yo no creo en la coincidencia, alguien tuvo que decirle, allí está el predicamento, ¿Quién sería?

Por su parte Judy veía mucha cosa tirada en piso y mientras más se acercaba pudo ver bien que era aquella cosa e inmediatamente exclama: ¡Lotería!

Judy se pone guantes para comenzar a revisar algunas máquinas que era para contar el dinero, rápidamente su radio y dice: Nick tengo unas contadoras rápidas.

– ¡Contadoras rápida!, pero se utiliza para contar el dinero – contesto Nick.
–Yo sé para qué sirve zorro tonto, la verdadera pregunta que hacen aquí – asevero Judy algo molesta.

–No es obvio zanahorias, aquí lavaban dinero – respondió Nick con un ligero tono de sarcasmo en su voz.

Judy se sorprende mucho y cuando ve la otra máquina de contar dinero esta dijo: Por aquí paso mucho, pero mucho dinero.

– ¡Ay dios! – exclamo Nick por la radio.

– ¿Qué paso? – pregunto Judy.

–Encontré sangre en piso – respondió Nick.

– ¡Llama a Howard y Moore! – exclama Judy poniendo la maquina en su lugar para seguidamente poner numero en cada una de máquina que cuenta dinero.

Luego de varios minutos llegan Howard y Moore aquella bodega, mientras Nick y Judy esperaba con un típico beso y allí Howard grita: ¡OIGAN BUSQUESE UN HOTEL!

–Recomiéndame uno – respondió Nick sarcásticamente dejando a Judy con deseo de volver a probar los labios de su novio, luego reacciono ante aquella situación y a lo que habían comentado y exclamó: ¡Las ambulancias!

– ¿Qué ambulancia zanahorias? – pregunto Nick.

–Recuerda que fue lo que dijo el involucrado que el tal Piolar mueve su drogas y armas a través de ambulancia, hay que parar a todas las ambulancias que este fuera de servicio – puntualizo Judy.

– ¡Mierda se me olvido! – exclamo Nick.

–Pero para esto necesitamos refuerzo – pondero Judy.

–Lo de más vuelta y pídelos – enfatizo Nick seriamente.

Ambos agentes se dirigen a la patrulla y allí Judy agarra la radio y exclama: ¡A todos los agentes de Zootopia pongas acabalas en la puerta de la cuidad!, ¡revisen cada ambulancia que este fuera de servicio!

Instantáneamente unos agentes que estaban en la salida de Zootopia por plaza Sahara acara el llamado, ahí una gata contesto: ¡Aquí Catfing acudiendo al llamado!

–Bien – contesto Judy.

Seguidamente otros agentes que estaban en la salida de distrito forestal unos agentes estaban patrullando la zona, ahí una elefante contesta: ¡Aquí la detective Helga, acudiendo al llamado de los detective Hopps y Wilde!

–Helga que bueno es oír eso – aclamo Judy algo feliz.

Posteriormente otros agentes que estaban fuera de servicio acuden al llamado de su compañero y allí un tigre dice: ¡Aquí el detective del gato y Comillan acudiendo al llamado!

– ¡Es bueno oírlo muchachos!, ¡ya saben que hacer! – enfatizo Judy.

–Si detective – contesta todos por la radio.

–Genial vamos en camino hacia la salida del norte y que comunica con el estado de Nueva Jersey – explico Judy.

– ¡Copiado, cambio y fuera! – responde todos por la radio, ahí Nick acelera la patrulla a todo lo que dar y justamente Judy dice: ¿Oye Nick que tiene tus labios que cada vez que los besos me dejan en blanco?

–Porque son irresistible zanahorias – contesto Nick.

–No puede discutir esa lógica – respondió Judy sarcásticamente mientras se diría a su camino.

En otro lugar de aquella concurrida cuidad un oso polar descargaba toda su ira contra su escritorio y algunos de sus trabajadores y allí grita: ¡COMO DIABLOS AVERIGUARON LOS DE LAS AMBULANCIA!

–Mi señor yo creo que fue Armando Cruz quien le dio esa información – respondió el trabajador.

–Está acusado a mi más leal trabajador de ser un soplón – puntualizo Piolar.

–Seamos honesto señor Piolar, Cruz le pudo ser leal, pero a la hora de la verdad se acobarda – afirmo otro trabajador de Piolar.

–El señor Cruz es el más leal trabajador que he tenido y ningún pelmazo dirán lo contrario – asevero Piolar sacando su arma de fuego e inmediatamente le dispara en la cabeza y le dice: No quiero más opiniones disparejas en contra de Armando Cruz.

–Sí, señor Piolar – contestaron los demás.

–Y llévense el cuerpo de este tarado – añadió Piolar.

–Si Señor Piolar – respondieron los demás antes de irse con el cadáver de su ex compañero.

Aquel oso polar se queda solo en su oficina pensando su próximo movimiento. Por su parte cada uno de los puntos donde estaban los agentes de la ley esto ya habían revisado todas las ambulancias de la cuidad y allí Catfing cansada reporta: No he encontrado nada raro, excepto insulto de los paramédicos.

–Igual nosotros detective Hopps – informo Helga.

–Nosotros tampoco encontramos nada – añadió Del gato.

Ahí la voz de una muy enojada coneja contesta: ¡Sigan buscando!

–Detective Hopps a esta altura ya es algo trillado – contesto Catfing.

–¡Apoyo a la oficial Catfing!, hemos estado aquí por horas – puntualizo Helga.

–Además de que probablemente sea ilegal – agrego Del gato.

Judy se queda calada ante la quejas de los oficiales y con frustración se golpea levemente la cabeza contra el claxon de la patrulla, mientras Nick estaba dejando ir a una ambulancia que habían revisado y en donde no encontraron nada, aquel vulpino se acerca a la patrulla y con su típica voz de relajo pregunta: ¿Todo bien zanahorias?

–No Nick cómo es posible que un grupo de animales desaparezca sin dejar rastro – contesto Judy algo cansada.

–Judy la mafia siempre estará a un paso al frente de la ley – puntualizo Nick algo estresado.

– ¡Como desearía que no fue así! – suspiro de cansancio Judy.

–Todos quisiéramos que no fuese así – asevero Nick algo cansado afuera de la patrulla.

La coneja se vuelve a meter en su pensamiento mientras toca el claxon de la patrulla, mientras Nick se tapa su pobre oídos para no escuchar aquel escándalo provocado por su frutada novia y con aquel estruendo Nick dice: ¡Oye amor deja de presionar el claxon!  La coneja levanta su cabeza de claxon y se recuesta de cabeza del asiento de la patrulla y con un tono fastidiado vuelve a tomar la radio y exclama: ¡Sigan buscando!

En ese momento todos los agentes en servicio comenzaron a reclamar por la radio, pero Judy simplemente los ignora mientras Nick continuaba en medio de la calle con el cono de transito pidiéndole a los vehículo que bajaran la velocidad.

Inmediatamente la radio de la patrulla cobra vida y alguien exclama: ¡Detective Hopps y Wilde, quizá querer ver esto!
–Estamos algo ocupado señor Moore – respondió Judy algo cansada.

–Hablo en serio, tal vez quera ver esto – puntualizo Moore.

Judy se queda pensativa y allí Nick dice: ¡Ve tú yo me quedo!

– ¡Seguro! – exclamo Judy.

–Si amor completamente seguro – respondió Nick con su típica voz tranquilizadora; Judy enciende la patrulla y coge camino hacia el bodegón.