La noche había caído en la cuidad de (…), más en particular en el suburbio de (…) en donde vivía un gato gris al cual todos querían por ser muy amable y servicial, su nombre era Tom.  El felino en cuestión aún estaba despierto viendo la televisión con los ánimos por los suelos, su novia no había llegado de su larga gira por Europa, incluso llego a pensar que seguramente había encontrado más guapo que él o incluso rico, pero si fuese así, ya se hubiese enterado debía haber otra explicación pero el alcohol no le ayudaba a pensar, además aun en su mesa estaban los regalo que este le había comprado a su pareja debido a su regreso.

No fue hasta que oyó que alguien tocaba la puerta, primeramente se extrañó ya que él no esperaba a nadie, extrañado fue a ver quién era, por un momento pensó que era su gran amor, pero al abrir su puerta se decepciono porque era su vecino y amigo Ben, quien le saludo con escueto: Hola.

– ¡Eh hola Ben! ¿En qué te puedo ayudar? – respondió y pregunto Tom.

–Oye sé que estas en un momento intimo con Angela, pero le puedes pedir que me firme esto – contesto Ben sin saber había abierto otra vez la herida de Tom.

–Lamento decepcionarte amigo, pero Angela no llego – respondió Tom algo afectado.

– ¿Cómo que no llego? – pregunto Ben.

–No llego —repitió Tom— la fui a buscar al aeropuerto, su vuelo llego pero no ella – explico Tom al borde de las lágrimas.

– ¡Oye Tom! Si te consuela de algo a mí también me paso lo mismo y al igual que tu trate de ahogar mis penas en alcohol, pero luego me di cuenta que eso no ayuda en nada –

 –Es..., Es…, es que a veces pienso que como Angela es famosa no quiera nada con un tonto como yo – argullo Tom decaído.

– ¡Oye Tom!  Nunca piense así, porque no es verdad —indico— Angela te ama tal y como eres ella te lo ha dejado bien claro –añadió Ben.

–Lo se, pero siempre me entra la duda – replico Tom.

– ¡Oye Tom! No te deje guiar por la duda, no es una gran compañía – aconsejo Ben.

Tom lo pensó y luego agradeció a su amigo por el consejo, luego de recibirle el disco a Ben cerró la puerta y volvió al mueble donde se  quedaría viendo una película de los años cincuenta, de esa que son tan cursis como las películas de ahora, sin dudas las película de romance no han evolucionado nada, aun así la veía porque la recordaba a su novia, pero otra vez la puerta sonó, tan extrañado nuevamente se ilusiona creyendo que es su pareja y de forma veloz sale de sofá para abrir la puerta, pero al abrir solo encuentra a su otro amigo enfrente de él.

– ¡Eh! Hola Ginger, ¿qué haces aquí? – dijo Tom extrañado.

–Supe que Angela vendría de regreso y como sé que ustedes viven juntos, vine a saludar – respondió Ginger inocentemente.

–Ginger, dejar de fingir sé que eres fan de Angela y viniste a pedir su autógrafo, ¡verdad! —

–Ok, lo admito; pero en mi defensa es que soy un gran fan de trabajo de Angela, no cualquiera dice: “¡Hey soy vecino de una estrella de pop! – confeso y argumento Ginger.

–Aunque no me extraña Ginger, Angela no llego, desconozco por qué – dijo Tom triste.

—Historia Descartada—